“En nuestro país hay una Dirección de Aguas, que funciona en el Estado Nacional, pero no se aplica, a través de la misma, una verdadera política de agua que permita cuidar un bien tan preciado como el agua dulce. Y con la multiplicación de riego artificial en los campos, desciende el nivel de agua de las napas, y por ende, el caudal que tiene como reserva nuestro país”.
“En Europa una botella de agua cuesta 8 euros”.
“En nuestro país todavía no hay conciencia de lo que implica este líquido elemento, fundamental para la vida. En lugares como Grecia, por ejemplo, donde se usa riego artificial, se utiliza un sistema por goteo computarizado, que da a la planta el agua que necesita, sin desperdiciar ni una sola gota”.
Suárez Orozco expresó que “aquí se usa el riego en forma de manto, que es cierto, permite que vuelva a filtrarse a través de las napas, pero donde se pierde mucho agua también a través de la evaporación”.
Sin dudas, que en un tiempo más o menos cercano, estaremos como país planteándonos una política de agua, que por ahora está ausente.