El 8 de mayo pasado por la desaprensión, desidia e irresponsabilidad de alguna persona que descargo semilla de girasol envenenada con un poderoso tóxico en una cuneta que bordea el camino vecinal que comunica Cura Malal con Cascada se originó una denuncia penal, y ahora los damnificados reclaman a la Municipalidad el contralor sobre otras posibles situaciones similares.
El Señor Héctor Berger, domiciliado en Buenos Aires, propietario del Establecimiento La Constancia, ubicado en el Cuartel V del Partido de Coronel Suárez, señala que transcurridos mas de 2 meses de ocurrido el hecho, y a pesar que el camino vecinal fue repasado y emparejado por las maquina de la Municipalidad de Coronel Suárez para beneplácito general del vecindario, se ha podido constatar recientemente que la semilla toxica arrojada, por lo menos en parte, permanecía en el mismo lugar donde fue volcada, por lo cual el productor damnificado pidió a su personal que procediera a soterrar la misma a los efectos de evitar males mayores.
El Señor Berger ha solicitado a la Municipalidad la intervención para impedir que las situaciones como la denunciada se repitan y se abstengan de utilizar los caminos vecinales como vaciadero de elementos de desecho, máxime cuando estos son de elevada toxicidad, por el peligro que entrañar, no solo para la vida animal sino incluso para la vida humana misma.
En la denuncia penal el encargado del Establecimiento, Juan Carlos Bender, expresa que el viernes 8 de mayo a las 15 hs. procedió a efectuar un traslado de hacienda vacuna, mediante arreó a una parcela distante unos 3000 metros entre campo y campo, utilizando un camino vecinal que pasa frente al Establecimiento La Constancia.
La tropa estaba conformada por 68 animales de la raza Aberdeen Angus y al circular a unos 1000 metros desde la tranquera del campo, en forma imprevista, 8 animales comenzaron a temblar, babear y casi de inmediato se desplomaron, muriendo 5 de ellos en el lugar y uno en el establecimiento.
Dos animales se salvaron tras la atención veterinaria del Doctor Alfonso Paleo, quien dictaminó que la muerte de los bovinos se produjo por la ingesta de girasol envenenado.
La Policía inspeccionó el lugar y comprobó la presencia del girasol envenenado y se acompañó a la declaración publica el certificado del medico veterinario actuante.