Preparando los “Pueblos Alemanes”, sábados a las 9:00 de la mañana en la programación de La Nueva Radio Suárez.
Elvira Tempel de Fuhr: Desde sus padres, una historia dura de trabajo y esfuerzo. |
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Tiene 68 años Elvira Fuhr, 50 de ellos compartidos en su vida con Marcelo, por lo cual hace poco tiempo atrás celebraron con los dos hijos, las nueras, los 4 nietos, y todos los familiares y amigos que bien los quieren estas Bodas de Oro, oportunidad en la cual, en una bella ceremonia en la Parroquia, renovaron sus votos matrimoniales.
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Ambos son buena gente, trabajadores y permanentes participantes en varias instituciones, por lo cual se mantienen activos, alegres y llenos de vida. Pero hay una historia previa de trabajo duro, mucho tesón y esfuerzo.
El padre de Elvira, Federico Tempel, cuando tenía 8 años, desde su Rusia natal, fue puesto en un barco con destino a Argentina y la decisión la tomó su madre, a quien la guerra había dejado sin su marido, sorda muda y con el objetivo de salvar al hijo varón de los avatares de un país que parecía no tener futuro.
De manera que llegó a Entre Ríos, sin familia y siendo muy pequeño. Como muchos otros niños trabajó ayudando a regar las quintas del lugar, obteniendo a cambio la comida y la posibilidad de dormir en un galpón.
Con los años llegó a Coronel Suárez, aprendió el oficio de albañil y se casó con Elena Schneider. Elena era una mujer dulce, suave, buena cocinera, que deleitaba con sus tortas y sus panes a todos los niños del vecindario.
A los 44 años, falleció en el tremendo accidente que costó la vida a muchas personas de Coronel Suárez y Huanguelén, entre el colectivo y el tren de pasajeros que circulaba en esos años.
“Recuerdo muchas veces ver a mi padre, apoyado contra la radio, escuchando música rusa o alemana en onda corta y secándose las lágrimas.
Uno con los años comprende que debe haber estado acordándose de su familia, a quien nunca más vio ni se pudo comunicar, por más que mucho lo intentó a través de la embajada”, dice Elvira Tempel.
Una historia muy parecida a muchas, donde las infancias no fueron tales, donde hubo que crecer a la fuerza y ponerse a trabajar duro para sobrevivir.
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