Con la tranquilidad que lo caracteriza, Beto, quien participa en las actividades de voley adaptado, también hizo conocer su preocupación.
Hombre de lectura y que conoce puso en palabras lo que implica para una persona que está jubilada, que ha pasado al sector “pasivo”, el realizar actividades sociales, deportivas y recreativas entre pares.
“Me tocó concurrir por invitación de unos amigos a participar del voley modificado. Encontré en ellos un grupo extraordinario de personas mayores, que comparten todo, tenemos lazos de amistad, de compañerismo. Además las mejoras en la condición física repercuten en nuestro estado mental. Es muy importante. También concurrimos al gimnasio de Alexis y ahí se desarrollaban actividades fundamentales para el anciano. Actividades, por ejemplo, para mantener el equilibrio, para mejorar la condición física, para fortalecer las piernas, los brazos, toda una serie de actividades muy bien llevadas, dirigidas por Alexis (Cortez, actual Director de Deportes y de Adultos Mayores), que es un profesional de primera y acompañado por profesionales que eran especialistas en lo suyo. Tenía una profesora especialista en psicomotricidad, una acompañante terapéutica, una profesora de educación física. Nos hacían hasta modificar nuestra postura. Porque toda la gente mayor comenzamos a sufrir la desviación de la columna, que produce grandes dolores. Esto nos lleva a que en un momento dado te sientes en un sillón, te quedas allí, cuando te queres levantar no lo podes hacer; la mente empieza a divagar, empieza a pensar en el pasado, lo que hiciste y lo que no hiciste, los errores cometidos. Queres modificar el pasado y no se puede. Todo eso (la actividad propuesta por el Consejo de Adultos Mayores) nos llevó al presente, a que podamos hacer cosas, a que podamos modificar nuestra calidad de vida, eso es una verdadera medicina preventiva. Si eso se termina, ¿qué va a pasar? Caeremos nuevamente en esos estados. La vida se prolonga, pero ¿en calidad se prolonga? ¿O se prolonga por acción de la medicina que te va dando una pastillita más? Al final terminas con un puré de pastillas. Te haces un puré, no de papas, sino de pastillas. La actividad física te lleva a que abandones todas esas pastillas. El anciano van perdiendo amigos porque muchos han partido, se han ido”.
“Todo esto que hacíamos es beneficioso para la salud del anciano. Porque los hijos en algunos casos están lejos, otros están trabajando, no pueden compartir nuestra vida. Nos encontramos en soledad. Acá encontramos todo eso. Yo lo encontré en el voley, otros lo encuentran en los talleres. Esto es verdadera medicina preventiva. El Estado tiene que concurrir a la salud del anciano. Recuerden bien, lo que no se gasta en prevención con estas actividades va a gastarse en la medicina puntual en la cual van a caer un mayor gasto, para el Hogar de Ancianos, para el Hospital, para el PAMI. Eso va a surgir. Esta actividad ayuda a eso, a mejorar nuestra calidad de vida, en verdadera medicina preventiva”.