Atrás
En el Día de la Mujer.
Guillermina Victoria, artista plástica.
“Soy una mamá sumamente feliz”.

La conocimos hace muchos años atrás. Cuando era una niña de 12 años apenas, que sufría ante la enfermedad de su padre y probablemente seguía de cerca la lucha que su padre y su madre estaban haciendo para conseguir la crotoxina, que era considerada entonces una medicina experimental para tratar el cáncer. A los pocos meses su padre falleció, y quedaron los hijos a cargo de una madre que no le cedió al miedo y lejos de cortar el desarrollo de cada uno les aventó las alas para que fueran a la gran ciudad a hacer carrera.
Como en la vida no hay casualidades, sino causalidades, los cuadros de la artista plástica Guillermina Victoria, con figuras de mujer, que son un poco autorreferenciales, o con manos entrelazadas, que abrazan, se tocan, se sostienen, se han ido multiplicando no solamente en las obras que adornan paredes de muchos hogares, sino en múltiples exposiciones que han llamado la atención más allá de las fronteras del país.
Incluso sus dibujos, desde hace cinco años, son parte de las publicaciones de una asociación de sociología, por lo que su obra ha llegado a lugares tan distantes como Inglaterra, Estados Unidos, Colombia, México y Brasil, entre otros.
La tímida artista detrás de esa obra es aquella niña de 12 años. Y descubrir esta coincidencia resulta emocionante. Causalidad de la vida, es muy bueno descubrir las alas de esta mujer hecha y derecha que a través de su obra está muy comprometida con la interculturalidad, la democracia y la paz, como valores en construcción en toda Latinoamérica.
Sobre su obra, Guillermina Victoria dice, en la entrevista, que “yo trabajo con el cuerpo humano. Siento que las manos tienen una gestualidad universal, todos entendemos los gestos de las manos. Manos que abrazan, que cuidan, que acarician, manos que trabajan, nuestras manos como herramienta. Eso es lo que trato de plasmar siempre en los cuadros. Tienen un diálogo entre ellas, tienen gestos de protesta, de contención. Inherente a todos los temas que nos tocan y que quieran expresar”.
Sobre las figuras de mujeres, pensantes, que caminan, imaginan, sueñan, dice la artista que “me doy cuenta que mis cuadros, me de cuenta en el momento o no, son autorreferenciales. Creo que uno para ser auténtico tiene que tratar de expresar lo que ha vivido, lo que lo ha atravesado, o tal vez a alguien muy cercano. Como mujer siento total empatía ante muchas situaciones y necesito representarlas a través de ellas mismas, de nosotros. Siento una necesidad tremenda de dibujar a la mujer y las situaciones en las cuales vive y se desarrolla”.
Sobre su compromiso en cuestiones como paz y democracia, indica Guillermina Victoria que “yo trabajo con estos sociólogos hace unos cinco años. No son temas que yo busqué. Ellos encontraron en mis imágenes una cierta concordancia con lo que querían expresar. A partir de eso empecé a estudiar el tema, a interesarme en la denuncia social y empecé a entender un poco el rol que tiene el artista en la sociedad, que es el de comunicar. Creo que se conoce muy bien la historia real a partir del arte, es una manifestación espontánea, auténtica. Eso es lo que yo trato de hacer, interpretar la lucha de ellos y a través de mi trabajo plástico, complementar su denuncia social”.
Mamá de dos niños, uno de ellos con necesidades especiales, dice que no le teme a rótulos de este tipo: “está bien asumirlo, empezar un proceso de depuración, es darle al niño y a la familia todas las herramientas posibles. Hoy hay muchas herramientas, las familias están muy atentas a todo lo que pasa con estos chicos, que tienen necesidades especiales, y está bien decirlo así. Es una manera de reclamar nuestros derechos y hacernos cargo, y de brindarles todas las posibilidades para una vida mejor”.
Dice sentirse “una mamá sumamente feliz, tengo un vinculo diferente con mis chicos porque por ahí otras mamás van a trabajar afuera. Soy muy de estar adentro; ellos entienden mis tiempos de trabajo, mis silencios, crecieron entre pinturas, entre lápices, ellos mismos se involucran en mi arte. Es un vínculo especial y autentico, como el de todas las mamás”.
Como hija dice que su madre “asumió el rol de jefa de familia con muchísima entereza y fortaleza, con los miedos lógicos de enfrentar una vida sola. Pero me fue un ejemplo inmenso, porque a pesar de todos sus miedos nos permitió irnos a Buenos Aires a estudiar, nos dio toda la libertad del mundo, se esforzó muchísimo para poder pagar nuestros estudios y yo creo que gran parte de lo que tengo hoy en mi carrera se lo debo a ella. Al dejarnos crecer y al dejarnos partir”.
Al finalizar la entrevista, y al consultarla sobre cómo ve a la mujer, se manifiesta “un poco asustada por todos los hechos de violencia contra la mujer. Hay cosas maravillosas que hemos logrado, pero están pasando cosas muy tremendas, se está haciendo mucho daño. Creo que tenemos que unirnos, fortalecernos y alzar la voz para protegernos entre nosotras. Me da miedo que naturalicemos el femicidio”.
Y deja una frase del escritor uruguayo recientemente fallecido, Eduardo Galeano, para todas las mujeres: “el texto comienza diciendo La maté porque era mía. Galeano dice porque al fin y al cabo el miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo”.

 
- - La Nueva Radio Suárez - - 101.3 Mhz. - - LRM 818 - 02926-430005 - -