Atrás
Madrid: donde los argentinos se sienten como en casa
Una ciudad extraordinaria, llena de aromas familiares invita a un recorrido que regala cultura y diversión. Los 15 imperdibles de la capital española

La capital de España es familiar para los argentinos. Aún para quienes llegan por primera vez, se siente esa simetría que nos une. Las construcciones, las calles, el estilo. Todo se nos parece incluso cuando el reciente esfuerzo argentino por el aislamiento nos haya distanciado hasta de aquello que más se nos parecía. Apuesto a que uno podría venir a vivir a Madrid de la noche a la mañana y el impacto del desarraigo sería mucho menor que en cualquier otra ciudad.
Madrid siempre se ha caracterizado por tener una gran actividad cultural y de ocio. Exposiciones, lugares emblemáticos, deportes en contacto con la naturaleza, paseos románticos o simplemente diversión con amigos en algún lugar de esta fascinante ciudad de la meseta castellana. Aquí les propongo recorrer los principales lugares de esta ciudad extraordinaria, llena de aromas familiares, de simpatías inmediatas, de fútbol, de comidas para todos los gustos, de cultura e historia. Madrid es un tesoro europeo cercano, que habla nuestro mismo idioma y que a veces tiene nuestro mismo ADN.
Mi visita "formal" del día es al Museo del Prado. Famoso por ser la galería de arte más grande del mundo, esta maravilla abrió sus puertas en 1819 y alberga más de 9.000 obras de arte. Dicen que los amantes del arte pasan permanentemente por aquí los días de semana, por las tardes, antes de las cinco, cuando hay menos gente.
Madrid siempre se ha caracterizado por tener una gran actividad cultural y de ocio
Cuando uno se adentra en la comunidad de Madrid se da cuenta de que a pesar de poseer una cocina propia, castiza, también se ha dejado influenciar haciendo suyas las ideas de la cocina de otras regiones españolas y en algunos casos de todo el mundo. Con una gran variedad de restaurantes centenarios, de cocina casera, gourmet con interesantes rutas, Madrid te sorprende con una gastronomía espectacular. Siempre resulta atractivo descubrir todo lo que ofrece una cocina nueva y juzgar por uno mismo la constante innovación culinaria desde lo más tradicional hasta la cocina de vanguardia.
Al día siguiente mi cita es con el Ateneo de Madrid, un lugar reservado para el arte, la ciencia y la cultura. Prácticamente desconocido para el público general, españoles incluidos, esta joya escondida es uno de mis sitios preferidos de la ciudad cuando se trata de leer y aprender. Y cuando digo "escondida" no es por decir: la entrada suele pasar desapercibida para los transeúntes. En esta institución, fundada en 1835, se encuentra la segunda biblioteca más grande del país, superada únicamente por la Biblioteca Nacional. Además, ha sido escenario de muchos acontecimientos históricos, puesto que fue la cuna de movimientos liberales y de reuniones masónicas.
Saliendo del Ateneo sigo en la bici hasta El Retiro, el refugio verde en mitad de la ciudad. Un paseo por El Retiro te transporta hasta el encanto de los jardines palaciegos del siglo XVIII y dicen que es uno de los lugares preferidos por los madrileños para desconectarse un poco durante el día de trabajo. Sobresale el Palacio de Cristal y sus alrededores.
En una de las esquinas del parque en el inicio de la calle Alcalá, en la Plaza de la Independencia, se encuentra uno de los monumentos más representativos de toda la ciudad: la Puerta de Alcalá.
La Puerta de Alcalá se inauguró en 1778 de la mano de Francisco Sabatini, arquitecto italiano que trabajó la mayor parte de su vida en España. Anteriormente existió otra Puerta de Alcalá de ladrillo, pero Carlos III ordenó su derribo y reconstrucción. El nombre de la Puerta de Alcalá, al igual que el de la calle del mismo nombre, viene por estar situadas en el camino que existía para ir a Alcalá de Henares. La denominación de puerta tampoco es casualidad ya que, en sus orígenes, fue una de las cinco puertas que daban acceso a la Villa de Madrid. En 1889 se convirtió en plaza.
En un viaje nunca pueden faltar las compras. O al menos pasearse por algún centro comercial. Actualmente, Madrid es un referente en el mundo de la moda; es aquí donde tienen lugar importantes eventos en los que grandes firmas presentan sus nuevas colecciones. Renovar los placares o sorprender a alguien con un regalo puede ser una perfecta excusa para darse una vuelta por cualquiera de los centros comerciales que hay en la región y que abren sus puertas todos los días del año. Por supuesto que no es obligatorio comprar: pasear por cualquiera de estas zonas exclusivas, como el barrio Serrano, por ejemplo, ya es un placer en sí mismo, más allá de la tentación de darse un capricho en alguna de las tiendas de renombre.
Después de curiosear un rato por ese mundo del shopping vuelvo a la bici para visitar uno de los lugares más distintivos de la ciudad: La Puerta del Sol. Se trata de una de las plazas más famosas de Madrid y en ella se encuentran algunos de los puntos y edificios más significativos de la capital. Su construcción se llevó a cabo en varias etapas; comenzó con la Casa de Correos a mediados del siglo XVIII y un siglo más tarde, entre 1857 y 1862, tomó su forma definitiva gracias a los arquitectos Lucio del Valle, Juan Rivera y José Morer. Ya en el siglo XX se añadieron los jardines, la fuente y se incrementó la zona peatonal.
A pocas cuadras me encuentro con el que probablemente sea el lugar más popular de toda España: la Plaza Mayor de Madrid. La plaza mide 129 metros de largo por 94 metros de ancho y está rodeada por soportales y edificios de tres plantas. En la construcción de la plaza intervinieron varios arquitectos, entre los que destacan Juan de Herrera y Juan Gómez de Mora, sus verdaderos creadores. Con el paso del tiempo y los distintos incendios sufridos, la Plaza Mayor ha sido reconstruida y reformada en varias ocasiones.
En uno de los extremos de Gran Vía me encuentro con la Plaza de España, que compone uno de los principales núcleos de la ciudad y un lugar muy frecuentado tanto por los turistas como por los locales. La Plaza de España de Madrid cuenta con 36.900 metros cuadrados, algo que la convierte en una de las plazas más grandes de España. Se trata de un lugar céntrico y único, ideal tanto para tomar buenas fotos de recuerdo o relajarse contemplando el continuo movimiento de la ciudad, como para elegir entre decenas de restaurantes y espectáculos cercanos.
Aquí se encuentra el monumento a Miguel de Cervantes. Inaugurado en 1929, el monumento, coronado por globo terráqueo que se encuentra en el centro de la plaza, representa a Cervantes con sus dos míticos personajes, Don Quijote y Sancho Panza.
Bajo a la estación del Metro y tomo la combinación a Chemartín para visitar el Estadio Santiago Bernabeu, la casa del Real Madrid. Se inauguró el 14 de diciembre de 1947 y su actualmente puede recibir a 81 044 espectadores. Es un templo para los que disfrutamos del fútbol. Sus cinco pisos imponen respeto. El césped, impecable, emociona. Hay un tour guiado que me cuenta la historia que quiero escuchar; la gloria de un lugar casi sagrado para muchos madrileños. Desde 2013 existe ya un proyecto de remodelación que, dicen, le va a cambiar la cara a este monumento del fútbol. Y no me caben dudas que el estadio será aún mejor de la maravilla que tengo enfrente.
Para la noche me había dejado el llamado "teatro alternativo". Creado en 2009 como experimento teatral, el Microteatro ha sido un éxito rotundo desde el principio y se ha convertido, sin duda, en uno de los sitios más de moda de Madrid hoy en día. Se representan simultáneamente cinco obras dentro de las pequeñas habitaciones en las que solían trabajar las prostitutas de este antiguo burdel. Aquí los actores y el público interactúan en un espacio muy reducido. Las obras tienen una duración de 15 minutos y valen 4 euros cada una, con varias representaciones al día. Se puede pedir una cerveza en el bar y mantener interesantes charlas sobre las obras en los entreactos.
Me dicen que no puedo irme de Madrid sin visitar tres enclaves declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO. Así que mi broche de oro se lo llevan Alcalá de Henares, la ciudad natal de Miguel de Cervantes, donde descubro su Universidad y su casco histórico; los jardines palaciegos de la antigua residencia de los Borbones en Aranjuez y el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial al que veo en todo su esplendor desde la Silla de Felipe II.
Fuente: Infobae.

 
- - La Nueva Radio Suárez - - 101.3 Mhz. - - LRM 818 - 02926-430005 - -