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Las aulas requieren de muchos docentes “hackers” que se desempeñen como verdaderos agentes de cambio.
En la edición 2016 de EDUCERE, denominada “La escuela crece alzando su voz”, los profesores suarenses Sebastián Andes y Patricia Steinmetz integrantes de “Contando la Ciencia” (CLC) se reencontraron con el reconocido “Profe Córdoba”, (Prof. Daniel Córdoba).

Contando la Ciencia el grupo de profesores de nuestra ciudad hizo pública la participación en la edición 2016 de EDUCERE y se preguntaron sobre el profesor Daniel Córdoba ¿Por qué reconocido? Y es que se trata del docente más destacado en los últimos años por colegas e instituciones, pero principalmente destacado por sus alumnos.
Hace 25 años que Daniel Córdoba da clases de Física todos los sábados por las mañanas a adolescentes que se acercan por su ayuda, por curiosidad y por motivación propia.
La historia empezó en 1991 con tan solo siete alumnos, en el secundario de la Universidad Nacional de Salta (UNSA) con algunos adolescentes que no entendían los problemas tradicionales de Física del aula, pasando a entenderlos en el taller. “Vi a muchos adolescentes pasar de estado gaseoso a sólido sin escalas”, dice Córdoba.
Aunque lo hacía en su tiempo libre y ad honorem, en 1995 las autoridades del colegio le solicitaron que suspendiera el taller por considerarlo “elitista”: por tal tuvo que “pasar a la clandestinidad”. Los sábados jugaba al fútbol en la Universidad y veía las aulas vacías; decidió ocupar una e instalar ahí su taller. Los serenos le abrían la puerta sin preguntar demasiado. El único respaldo que tenía el profe eran las autorizaciones de los padres.
Algunas veces el profe estaba solo en el aula. Pero al sábado siguiente volvía, y siempre algún chico reaparecía.
Gracias al “boca en boca”, el taller pasó de 50 a 200 alumnos: venían de Salta capital y los alrededores, de las escuelas privadas más caras y de las públicas más castigadas. En el camino, pasó de llamarse “Física para Olimpíadas” a “Física al alcance de todos”. Los chicos que llevaban más tiempo (“los que le vendieron el alma a la Física”, define él) empezaron a colaborar como ayudantes.
El taller ha sido una usina de estudiantes que no solo aprendieron sobre física, sino también lo que significa transpirar la camiseta “con entusiasmo a largo plazo”.
En su conferencia EDUCERE 2016 denominada: “Hackeando la organización escolar y las prácticas docentes”, Córdoba aseguró que la clave para “enganchar” a los chicos es apelar a la curiosidad, despertarles preguntas, invitarlos a razonar por medio de enigmas, no entregando solo respuestas. Es sumamente importante demostrar interés y motivación.
Varios alumnos que salieron de su taller, hoy trabajan en universidades de todo el país, en la Comisión Nacional de Energía Atómica, en Europa y EE.UU. Uno de esos discípulos fue quien lo hizo saltar a la fama cuando ingresó como estudiante al Instituto Balseiro de Bariloche, y los medios locales reflejaron la historia: “200 alumnos se reúnen a estudiar Física todos los sábados”. Fue así que “el profe” tuvo que “salir de la clandestinidad”: las autoridades de la UNSA “oficializaron” el taller y le asignaron formalmente un aula de la Facultad de Exactas. Hace unos años, el taller puede contar con un pequeño presupuesto y ahora el profesor ya no tiene que pagar las fotocopias de su bolsillo.
El taller no para de crecer, fue declarado de interés nacional por la Cámara de Senadores de la Nación, a Córdoba lo nombraron “ciudadano destacado” de Salta, y fue reconocido por promover vocaciones científicas por la Cámara de Diputados de Salta. Hace poco, además, lo premió Google. Actualmente tiene el apoyo de las autoridades salteñas y de la UNAS. Además en estos últimos años, viaja por el país contando su historia y motivando a docentes con estrategias que ayudan a “hackear la organización escolar y las prácticas áulicas diarias”.
Uno de sus ex alumnos expresó: “Así como el país necesita muchos Institutos Balseiro, también necesita de muchos talleres que pongan la ciencia, al alcance de todos”. Por su parte Córdoba expresó en EDUCERE 2016: “Se requiere de docentes “hackers” que se desempeñen como verdaderos agentes de cambio”.
La presentación finalizó con un sostenido aplauso de los maestros, profesores y directores presentes, y con el eco del término “hacker” entre las voces de los docentes a lo largo de los dos días de capacitación.

 
 
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