«Lanzamos una búsqueda laboral que iba en referencia a las necesidades que tenemos en una línea de indumentaria y en el taller de aparado, así que ya se han tomado solicitudes y están ingresando a prueba algunas chicas para evaluarlas en el trabajo puntual de confección», señaló con relación a una búsqueda laboral que culminó recientemente y que posibilitará que en las próximas semanas ingresen entre 3 y 5 personas que se sumarán a las que ya están trabajando.
«Por suerte en esta actividad tenemos una demanda estable y creciente. Estamos trabajando bien y esperemos que se sostenga durante el año», agregó.
En la actualidad son 145 socios los que están trabajando en la fábrica textil lo que la constituye en una de las fuentes laborales más importantes del distrito, con una cierta incertidumbre a futuro hasta que se sepa con certeza cómo será la política a implementarse en un rubro que lógicamente se ha visto afectada por la liberación del dólar.
«A partir del deslizamiento del tipo de cambio, eso se traslada a nuestra lista de precios de servicio, y hay otras medidas que se han tomado que todavía no hemos podido medir el impacto porque algunas no se han concretado, como es el caso de la normativa que tiene que ver con comercio exterior, porque si bien sabemos que a partir de ahora van a regir nuevamente como en el 2007 las licencias automáticas y las no automáticas, todavía eso no se puso en funcionamiento», afirmó y que todavía ignoran «que es lo que puede llegar a ingresar al país en términos textiles».
«Lo que sabemos es que todo lo relacionado con lo textil tiene licencia no automática, quiere decir que se necesita una aprobación especial que pasa por las Cámaras relacionadas al sector, eso es lo que está como normativa, ahora la realidad de qué artículos textiles y cuáles no pueden ingresar, todavía no lo sabemos porque no se ha puesto en marcha... La realidad tiene que ver también con tiempos, importar productos de China o de Brasil, llevan tiempos que tienen que ver con las operaciones y las distancias», aseveró y que ese desconocimiento provoca gran incertidumbre en el sector.
«El mercado, la actividad textil, creció muchísimo en los últimos doce años. Empresas que habían cerrado volvieron a abrir, otras que se desarrollaron de manera casi exponencial, hoy estamos todos muy preocupados por esta realidad, donde sabemos cuál es la normativa que tiende a cierta protección del sector textil, pero no sabemos cuál es la realidad después, y se considera que en el transcurrir de los próximos dos meses tendremos un panorama un poco más claro de qué es lo que va a ingresar y qué no», confió.
Hace un año se había anunciado un acuerdo con la empresa brasilera Branil dedicada a la confección de tela para calzado y tapicería, para que parte de esta producción se lleve a cabo en las plantas fabriles pigüenses, proyecto que se esperaba poder iniciar la producción en el curso del último año, algo que no ocurrió.
Al respecto Santicchia aseveró que el proyecto sigue encaminado aunque con demoras para el ingreso de la maquinaria.
«El proyecto de la empresa brasilera sigue tal cual lo habían proyectado, y la demora que hubo tiene que ver con restricciones que todavía existen con respecto al ingreso de máquinas al país, y eso ya está todo allanado, así que esperamos que en los próximos meses ya puedan enviar las máquinas desde Brasil», afirmó y que también deberán ver cómo se reacomoda el sector tras el recambio de autoridades en nuestro país.
«Todo dependerá de lo que ocurra, si pueden importar seguramente importarán parte de su productividad y el resto la producirán acá, eso se verá con el transcurrir de los meses, pero el proyecto sigue, las máquinas van a venir y de hecho el responsable de la empresa argentina estuvo en Brasil hasta la semana pasada con los titulares de la empresa y está todo activo. Después hay cosas que tienen que ver sobre todo con el comercio exterior que lo irán definiendo a medida que se vayan aclarando las situaciones del mercado», manifestó Santicchia.
A través de la cooperativa se abrió en nuestra ciudad una oficina del Ministerio de Desarrollo Social de Nación que brinda créditos a microemprendedores, la cual sigue en pleno funcionamiento según confió el titular de Textiles.
«Estamos trabajando normalmente, lo que no sabemos es si habrá algún otro desembolso en algún momento del año. Confiamos en que sí porque más allá de que haya cambiado la direccción del Ministerio, tenemos una relación muy buena, fluída. Todo el manejo de esos fondos se han hecho correctamente, se han rendido en tiempo y forma y no habría ningún problema, y aspiramos a seguir trabajando con la oficina y que crezca el alcance de este trabajo», confió.
Señalando que se sigue con la operatoria normal en cuanto al otorgamiento de microcréditos «porque se trabaja con un fondo rotatorio, con los recuperos de los créditos se otorgan nuevos créditos o recréditos. Se sigue operando, pero ese monto se va licuando con el paso del tiempo porque son tasas subsidiadas entonces no son operaciones financieras con un rédito financiero, sino que ese monto va perdiendo valor, por eso es que se necesitan que se hagan nuevos desembolsos, y cabe recordar que esa operatoria viene a partir de una ley nacional de microcrédito que hay, no es un programa especial con Textiles Pigüé», dijo.
Confiando que se han otorgado microcréditos por alrededor de $ 2 millones a unas 200 personas del distrito, recordando que este programa «apunta a emprendedores, a personas que por ahí tienen complicado el acceso a una vía de financiamiento tradicional como puede ser un banco, y de esta forma llega directamente a personas que de otra manera se ven imposibilitadas de iniciar un emprendimiento», afirmó finalmente.
Fuente: Semanario Reflejos.