La Profesora Gladys Meyer de Pérez está a cargo del Centro de Investigaciones Históricas, en una colaboración que está realizando de manera ad honorem, buscando reorganizar el Centro de Investigaciones y poner en valor todo lo que forma parte del Museo de Coronel Suárez.
El día jueves viajó a Huanguelén para conocer el museo que tienen en esta localidad.
“Volví contenta, me llevé una sorpresa muy linda en Huanguelén, porque tienen un archivo histórico que es un lujo. Está todo en manos de la Biblioteca Popular ‘Baldomero Fernández Moreno’, que está compartida con la Escuela Nº 8, y la verdad es que han hecho un trabajo minucioso y realmente con todas las técnicas y todo lo que se debe hacer para conservar un archivo en condiciones. Tienen todo, absolutamente todo, hasta los planos originales de Huanguelén. Comentábamos, en una reunión que hicimos en la Biblioteca, con quien está a cargo de Cultura, y realmente nos trajimos formularios e ideas de ellos para ponerlas nosotros en práctica acá”.
Consultada en torno a cómo están reorganizando el área, dijo que “el tema no es fácil. Nos va a llevar mucho tiempo, ahora estamos haciendo toda la parte de relevamiento de inventario, que no lo hemos terminado porque es lentísimo. Se han ido incorporando cosas nuevas. Esto es que no estaban inventariadas, pero estaban. Y hay otras cosas que figuran en el inventario pero que no las encontramos, como medallas y relojes. Todos los días pueden llamar y preguntarnos a ver qué no encontramos. Es lamentable, pero es así. Creo que hay que ser muy claro en esto, y que la comunidad sepa lo que hay y también sepa lo que no está. Lo que no está hay que buscarlo, rastrearlo y ver si esta en otro lugar: en una caja que nadie vio o en otro lugar. Todos los días estamos sacando cajas de la antigua cámara frigorífica y vamos revisando en qué condiciones está. Ese trabajo es minucioso pero hay que hacerlo, es lento”.
Se han revitalizado las publicaciones a través del Facebook Coronel Isidoro Suárez, “donde vamos publicando el patrimonio histórico con el que contamos. La idea es que haya una apertura y que la gente tenga acceso a saber todo lo que tenemos y con qué documentación contamos”.
Mas adelante relató una anécdota: “estamos rastreando una medalla que dice Sauce Corto, no la encontramos, nunca la vimos, no está inventariada. Pero la persona dueña de esa medalla sigue insistiendo que la trajo. Vamos recabando información, haciendo una tarea detectivesca todos los días. El último inventario con que contamos data del año 1988. Lo que queremos es sanear de acá en adelante e ir rastreando lo que podamos hacia atrás. Ha sido un manejo incorrecto, inadecuado de la cosa pública, de lo que es el patrimonio histórico de toda la comunidad”.