Entre las áreas que están bajo su competencia se encuentran “las trabajadoras sociales que visitan los barrios, que están en contacto directo con las situaciones de la realidad social, después está un servicio más específico que es el de Violencia Familiar y todo lo que abarca problemáticas de niñez y adolescencia, que incluye el Servicio Local, que se hacen cargo de observar y trabajar en relación a que se respeten los derechos de niños y adolescentes, y también dos hogares, uno de varones y otro de mujeres, de aquellos chicos que por casos particulares no pueden estar un tiempo determinado a cargo de su familia y mientras que se resuelve esa situación están dentro de estos hogares” comentó en el comienzo de la entrevista.
Luego la funcionaria expresó que “el Servicio de Violencia también tiene una casa refugio, para atender situaciones de emergencia. También hay otra área que tiene que ver con vivienda, en la búsqueda de resolver y acompañar para que las familias puedan solucionar situaciones en este sentido”, explicó la funcionaria a cargo del área María Antonia Urruti.
Reconoció estar en los primeros tiempos de reconocimiento de lo que tiene bajo su competencia, indicando que su idea “es conocer exactamente la situación lo más profundamente que sea capaz, y a partir de ahí tomar decisiones. Esta fue mi presentación con la gente que están trabajando en el área”. “En ese trabajo estoy evaluando las realidades. Todo lo que es niñez y adolescencia, que en sí mismo es muy delicado, en esta área es todo delicado, tenemos que encontrar una delicada intervención. Hay un cambio de ley, se dejó el sistema de patronato, que ya tiene unos cuantos años, pero como todas las cosas implica un cambio de paradigma social. En la práctica lo difícil es poder cambiar de mentalidad. La nueva ley para niños y adolescentes nos indica en la práctica un nuevo camino. La sociedad entera debe hacerse cargo de esta nueva ley, un niño en riesgo es un problema de todos y todos deberíamos acompañar a esa familia, a ese niño, desde la escuela, el barrio, los amigos, los profesionales, las instituciones. Todo ese proceso debe hacerse con un aprendizaje, con un recorrido. De lo que nos corresponde al Estado yo creo que se hace, pero que todavía falta mucho”.
Destacó que “es importante pensar más el área con un funcionamiento más dinámico, menos estanco. A veces es difícil, pero tenemos que encontrar un trabajo mucho más sincronizado entre todos y que las familias no tengan que estar pasando por tantas ‘partecitas’, porque eso es muy desgastante para las familias y para el Estado, porque repetimos una y otra vez las mismas evaluaciones. Nosotros habíamos hecho una evaluación previa antes de asumir, y algunas cuestiones coinciden con la mirada que tienen las profesionales trabajadores sociales del área. Entre ellos, está necesidad de contar con una mirada integral y una atención dinámica, y no por compartimiento separados. Para dar un ejemplo, una familia, con niños, con la problemática de violencia familiar, y nos tenemos que juntar todos para ir atendiendo sus problemáticas”.
Al consultársele a María Antonia Urruti si el PRO en el gobierno, o en este caso Cambiemos, implica menos asistencia, menos planes, menos planes hacia el que más necesita, respondió que “yo diría menos asistencialismo, que no es lo mismo. Mi área se llama Desarrollo Social. Y eso implica acompañar a las personas, a las familias, a poder desarrollarse. Esto es que en el algún momento pueden necesitar alguna asistencia económica, pero esa asistencia tiene que ir acompañada del apoyo para que la familia pueda gestionar el cambio de realidad, como tener un trabajo más estable, que los niños estén recibiendo el control médico necesario, la asistencia a la escuela y todas las otras cuestiones que hacen que ese cambio se pueda sostener a lo largo de la vida de esas personas. Esa es nuestra mirada, pero la mirada también que tiene el trabajador social que yo encuentro en esta área, más allá que durante mucho tiempo la propuesta haya sido asistencialista”.
Agregó a estas consideraciones que “veo situaciones de vivienda y para mí es lo más desesperante. La cuestión de más atraso y gravedad que tenemos en Coronel Suárez es de vivienda y uno se ha cansado de escuchar la cantidad de viviendas que se han hecho en Coronel Suárez. Y es verdad que se han hecho, pero no se tuvo en cuenta a la gente en situaciones de mayor vulnerabilidad. Se entregaron casas a muchas familias que tal vez necesitaban ayuda, pero no era quizás quienes registraban la situación más grave. Esto no lo digo yo, lo dice la mayoría de la gente que está en el área, las trabajadoras sociales que vienen trabajando hace años. Si yo tenía que entregar 10 viviendas debería haber otorgado 3 viviendas a las familias con mayores carencias, que no tienen ningún modo de resolver esa situación”.