El miércoles de esta semana comenzó a circular por las redes sociales una cadena de oración que pedía por una niña, Malena, de 2 años, afectada de Síndrome Urémico Hemolítico.
Se trata de una pequeña que es hija de la Contadora del Hospital Municipal, Malvina Díaz, quien fue remitida de manera urgente a Buenos Aires para continuar con su atención.
Consultada la Dra. Marta Travería, Directora del nosocomio local, quien es además médica pediatra, dijo que la pequeña “se encuentra internada en el Sanatorio Güemes de Capital Federal. En estos momentos está siendo dialisada, está estable, vamos a rezar por ella, necesitamos ponerle toda la energía para que esta gordita salga adelante, seguro que lo va a hacer”.
No hay verano que no pasemos en nuestra zona sin hablar de algún niño afectado de SUH.
“El Síndrome Urémico Hemolítico es una patología que clínicamente tiene muchos signos y síntomas. Es una enfermedad que esta producida por una toxina de una bacteria. Esa bacteria es la escherichia coli y libera una toxina que traspasa el tubo digestivo, por eso tiene afectación del organismo en general, y fundamentalmente afecta a ambos riñones. Es una enfermedad muy complicada, nuestro país tiene una mayor endemia a nivel mundial, por lo que aparecen alrededor de 400 casos anuales, fundamentalmente en esta época, primavera y verano”.
Agregó que “la bacteria se encuentra normalmente en la materia fecal de todos los seres humanos, también de los animales. Lo que sucede es que en determinadas condiciones esta bacteria elimina una toxina que es la que produce la enfermedad. Es una enfermedad más frecuente en la edad infantil, desde los 6 meses hasta los 5 a 7 años de edad, puede producirse en adultos, pero menos frecuentemente, porque tiene con qué responder. Se produce fundamentalmente por la mala cocción de los alimentos. Alimentos mal lavados y carne mal cocida son los mayores vehículos de contaminación del Síndrome Urémico Hemolítico. Esta enfermedad aparece en esta edad; las precauciones que hay que tener es una buena cocción de la carne, sobre todo la carne picada, que es en la cual hay mayor peligro de contaminación, ya que hay espacio, donde el calor no logra coser bien la carne, por lo que queda cruda en alguna parte, si allí está la bacteria, al no recibir la cocción adecuada, libera la toxina y produce la enfermedad”.
La Dra. Marta Travería dijo que “hay que evaluar varias cosas cuando uno habla de contaminación: uno es el proceso directo de la contaminación, cuando algo está contaminado y se ingiere; y otro es el proceso de contaminación cruzada, cuando en forma indirecta termina contaminando otro alimento que no se cocina y se consume en forma cruda. Lo primero que hay que hacer antes de manipular alimentos es lavarse las manos muy bien, también después de trabajar con esos alimentos. Otra medida a tener en cuenta es que todos los alimentos que tengan que cocinarse asegurarse que tengan una temperatura de por lo menos 70 grados. Esto no es solamente para la cara externa de los alimentos, cocinarlo bien todo. La carne picada es uno de los alimentos más difíciles de cocinar, porque en el momento de ponerlo en la sartén se hacen como grumos, se dora por fuera, y muchas veces la cocción no llega correctamente al interior. Sobre todo para los chiquitos la carne no tiene que estar jugosa o rosada, porque si esta rosada quiere decir que libera ese suero, que indica que está cruda en su interior. Por eso cuando se cocinan, hamburguesas o empanadas, hay que tener la precaución de cocinar primero la carne picada y después el tomate, o el resto de los ingredientes. Si uno hace al revés se hacen esos grumos o pequeñas pelotitas donde se cocina por fuera y por dentro queda cruda. Después, asegurarse de cocinar bien cuando se cocina la carne en el horno. Para los niños menores de 7 años hay que asegurarse que la carne esté bien cocida”.
La Dra. Travería agregó que “otras recomendaciones es que cuando uno manipula alimentos crudos tiene que ser en una tabla bien limpia, primero habiéndose lavado las manos muy bien, es recomendable usar una tabla específica y utensilios específicos también para alimentos crudos. No se puede usar el mismo cuchillo y la misma tabla para el tomate, para la lechuga. Esto puede provocar una contaminación cruzada. Hay que tomar conciencia que esta es una enfermedad que se puede evitar en algunos casos, tomando buena precaución en la cocina. También es importante estar atento a la sintomatología: todo chiquito que está con vómitos, o que tiene una diarrea, consultar las veces que sea necesaria. No todas las gastroenteritis terminan en Síndrome Urémico Hemolítico, pero todos los SUH normalmente comienzan con una gastroenteritis. La diarrea a tener en cuenta en esta enfermedad es cuando se presenta sanguinolenta, es decir, que tiene hilitos de sangre, ha comenzado con vómitos y con mal estado en general. Otra de las cosas a tener en cuenta es si el bebé, mientras está con una gastroenteritis, hace pis. Esto es fundamental porque el SUH termina provocando una afectación renal. El primer signo es una disminución en la cantidad de orina o no hacer pis durante muchas horas”.