El 25 de setiembre del 2015 escribí con el título “No creo en fantasmas, pero que los hay, los hay”.
En dicha nota, que algunos medios difundieron y otros hicieron el uso de la libertad de empresa, manifesté que a los capitalinos no les alcanza con marcarnos la hora, la temperatura. Nos hacen compartir sus almuerzos, las cenas. Sus entretenimientos. Sus cortes de calle, sus accidentes, sus crímenes, sus robos, sus chismes. La cotización que ellos quieren del dólar ilegal. De su mercadería importada. No les alcanza con fijarnos los precios y otras muchas cosas más que al lector se le puede ocurrir, sino que a ello le agregan imponernos el candidato a Presidente, a gobernadora, diputados, etc.
Como los capitalinos no han hecho ninguna marcha ni cacerolazo, prejuzgo que están de acuerdo. Es más, creo que es parte de un plan de imponernos mayores cosas y quedarse con todo, aparte de tener el gas más barato que el interior del país y otros beneficios, como el de tomar la leche calentita pues están cerca de la vaca.
Invirtieron millones, ellos, los capitalinos, para publicitar en los medios del interior y hasta se dieron el lujo de no pagarles, salvo a Clarín, La Nación, Infobae y otros que hoy se están cobrando las cuentas, y con creses. Pero nos impusieron el presidente. Procesado, recontra denunciado, pero hoy tenemos presidente capitalino y también la gobernadora.
No satisfechos con su apetito, ahora todos los altos cargos los cubren con gerentes y representantes de las grandes empresas. Ahora están en ambos lados del mostrador. Pagan y cobran.
La Justicia, su justicia, hace lo que ellos quieren. Los medios muestran un panorama muy parecido al que le vendieron a don Hipólito Irigoyen. Esta vez no para el presidente, sino para los argentinos.
Con los DNU, que de urgencia no tienen nada, se quedan con todo. Lastima los Radicales. Que lo hagan los liberales no asombra. Lo hicieron a partir del 76, pero los Radicales.
Y los gremios Macristas, son un capítulo aparte y mucho más lamentable aun porque representan a trabajadores del interior. Algún día deberán rendir cuentas.
Pero bueno, ya es tarde. El cocodrilo cuando muerde, luego no te larga hasta despedazarte. Ahora si tiene valor aquello que respondían en las encuestas. “Al país le va mal, a mi también”.
Julio Zaballa. DNI 5.492.952. |