“En este tiempo de adviento la gente se ha acercado mucho al sacramento de la reconciliación, lo que habitualmente llamamos confesión pero aún no ha hemos dimensionado lo que ha dicho el Papa el 8 de diciembre cuando abrió el año del Jubileo de la Misericordia”, comenzó señalando el Padre Diego Kessler en su visita a los estudios de La Nueva Radio Suárez, como cada 24 de diciembre y luego añadió “una obra misericordiosa sería hacer una visita de caridad a las personas que están privadas de su libertad en las cárceles”.
Seguidamente el párroco local contó detalles de la ordenación del Arzobispo Coadjutor de Bahía Blanca, el Fray Carlos Azpiroz Costa, que fue ordenado el pasado martes 22 en la sede arzobispal y quien será el encargado de nuestra arquidiócesis una vez que Su Santidad acepte la renuncia al cargo de Monseñor Guillermo Garlati quien cumplió los 75 años en julio, fecha límite para ejercer para guiar una diócesis.
“Carlos Azpiroz Costa pertenece a la orden de los Dominicos. Él estaba en Mar del Plata; es abogado y Doctor en Derecho Canónico y ha sido dos veces Maestro General de la orden de los Dominicos. Azpiroz Costa tiene una memoria prodigiosa y está muy atento a todo lo que sucede en su entorno. Las expectativas son muy buenas porque cuando se abre un nuevo período se renuevan la esperanza, formas, lineamientos e indicaciones” señaló Diego Kessler.
Posteriormente el párroco se refirió a los pendientes que dejamos durante el año, señalando que “cuando se llega a estas fechas todas estas cosas pendientes pesan. Generalmente ponemos acento en “las sillas vacías”, en lo que no tenemos y en lo que nos falta; esto nos hace llevar una mochila mas pesada de la que realmente llevamos. No debemos ser indiferentes a esto pero debemos poner un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar. Celebremos y disfrutemos lo que Dios mismo nos da a cada uno. Nunca debemos dormirnos sin encontrar una cosa diaria para darle gracias a Dios”.
“No podemos quejarnos constantemente en un día de sol porque hay viento, en la cena porque faltó un invitado, otro no me respondió el mensaje o porque la comida no salió tan sabrosa. Seamos agradecido de lo que tenemos y miremos el medio vaso lleno. La vida es el hoy proyectado al mañana”.
“Hay veces que uno vive para los demás constantemente pero se olvida de vivir para uno, entonces nos reformulamos y nos preguntamos ¿uno vivió?”.
“Lo mismo sucede con determinadas situaciones que ocurren y en vez de ir en persona se envía un emisario o una delegación que preste su cara y diga “estuvimos” y se saque una foto pero eso y poner directamente una foto es lo mismo, porque no fue sentido; es una especie de ausencia presente solo para cumplir… por el qué dirán…”.
“La Navidad es un desafío, es decirle que sí nuevamente a Dios, un encuentro de corazón con uno mismo y a veces también con otro al que se le puede dar un abrazo sincero”.
“No digamos ¡Feliz Navidad! para cumplir con nuestros 150 contactos del teléfono, digámoslo de corazón a quien realmente le queramos desear un buen día porque el que mucho abarca poco aprieta”, finalizó el cura párroco Diego Kessler en su visita a la Radio.