Dicen que la promotora de este viaje de reencuentro, desde la Casa que la Congregación Hijas de María Inmaculada Concepcionistas Argentinas tiene en Córdoba, fue promovido por la Hermana Lucía.
Sentía que había que volver a Coronel Suárez porque la partida de la ciudad no había sido la querida ni la esperada, cerrando la actividad religiosa que habían sostenido por muchos años, a través de una obra concreta educativa y evangelizadora: el Colegio San José.
Además porque desde hace unos años, en otras obras que han tenido que dejar por falta de Hermanas para atender todas las tareas que implican, se hacen a través de otro proceso: se prepara un grupo de laicos y las Hermanas realizan visitas periódicas para sostener el carisma que dio nacimiento a esas obras, como es el caso de escuelas, hogares de niños u hogares de ancianos.
Por eso este regreso de las Hermanas Concepcionistas a Coronel Suárez, para visitar a quienes fueron padres que tenían hijos en el colegio, a ex alumnas de la institución educativa y a compañeras de estudio, muchas de las que hoy son religiosas llegaron como alumnas al internado que funcionaba en el San José, y también hicieron el magisterio en esta casa de estudios, se preparó con mucho cuidado.
Pero para lo que no pudieron prepararse es para el cúmulo de emociones que están viviendo desde el jueves por la tarde, cuando comenzaron a llegar las Hermanas. Muchos abrazos, innumerables recuerdos, el afecto que circula por el aire donde se reúnen religiosas y laicos para traer al presente anécdotas y vivencias de los años transcurridos juntos.
“Esto era un jolgorio, cuando nos juntamos todos aquí”, dijo la Madre Superiora. “Mirábamos carteles y carteles, esperando que apareciera el nombre de Suárez”, dijo la Hermana María Elena. “Sentí el olorcito a Suárez”, le decía la Hermana Angélica, cuando empezaron a divisar los campos cercanos y la periferia de la ciudad. Esto marca la expectativa y la ansiedad que las religiosas sentían. Los abrazos que recibieron y las lágrimas en los rostros de las ex alumnas que las fueron saludando no hicieron más que reflejar que las Hermanas sienten por este regreso tan especial.
El viernes compartieron a las 11 de la mañana la Santa Misa en la Capilla del Colegio, en acción de gracias por su labor al servicio de Dios, de los niños, los jóvenes y las familias.
Para hoy tienen previsto a las 11 de la mañana un encuentro en la Ermita de Schoenstatt, con un almuerzo a la canasta. Y a las 19 horas una Santa Misa en la Parroquia en acción de gracias por la visita de la Hermanas y sus intenciones.