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Diácono Alberto Segui.
Hace un mes atrás, en audiencia con el Papa Francisco.
“Todos tenemos la posibilidad, desde el lugar donde estamos, de sentirnos abrazados por el mismo Jesucristo también”.

Subido al muro de Facebook de la familia de Alberto Segui, hay una conmovedora foto de Alberto, su esposa y su hijo con el Papa Francisco.
Consultado dijo que “fuimos a visitar a mi hijo, que hace dos años que no lo veíamos, que está trabajando y estudiando en España. Y ya que estábamos no podíamos dejar pasar esta oportunidad de hacernos una escapadita al Vaticano. Fue una experiencia impresionante. Ver que como si tuviera todo el tiempo del mundo el Papa Francisco atendía lo que cada uno tenía para decirle. En ese momento estaba el Sínodo de las Familias, venía de un viaje a Estados Unidos y Cuba, y asimismo daba la sensación que tenía todo el tiempo para uno”.
El Diacono expresó que “fue en la audiencia general de los miércoles en la Plaza San Pedro; habíamos solicitado la audiencia por Internet. Va por toda la plaza en el Papamóvil, saludando a toda la gente, y después se ubica para la lectura del Evangelio del día y dar la homilía al respecto. Nosotros estábamos detrás de una valla. Una vez que termina empieza a saludar a toda la gente que está detrás de la valla. Estaban las parejas que se habían casado este año, él impartió la bendición a todos y a cada uno. Había más de 100 parejas. Realmente al ver el carisma que tiene este hombre uno llega a la conclusión que el Espíritu Santo pone al hombre que se precisa en cada momento”.
Más adelante en la entrevista Alberto Segui dijo que el Papa Francisco, “después de haber saludo a gente de todo el mundo tiene la lucidez de recordar y atender lo que cada uno tiene para decir. Es increíble que en tanta confusión, con tanta gente, él se acuerda de cada uno de quienes le hablan y que ha conocido en Argentina. A una mujer que le acercaba saludos de un Sacerdote de Argentina le preguntó cómo estaba en su nuevo destino, porque sabía que lo habían trasladado de parroquia”.
Destacó que “es el Vicario de Cristo, el representante de Jesús en la tierra. Pedí bendiciones para mi familia, una bendición particular para mi Ministerio y el de Diego Areán, para que nos ayude a cumplirlo con humildad, con sencillez. Y después por los colegios en los que trabajo, y también una bendición por todos. Pero no quiere decir que esta bendición es más poderosa que cualquier otra cosa. La fe no es algo excluyente, todos estamos en condiciones de recibir esas gracias. No es que quien habla con el Papa, lo toca y el Papa le da la bendición eso es más poderosa que, por ejemplo, participar de la Eucaristía”.
“Desde acá mismo, participando de los sacramentos, también estamos siendo bendecidos por Dios, sin moverme de mi casa. A mi me llama la atención un pasaje del Evangelio, cuando Jesús cura al sirviente del centurión romano, el centurión le dice ‘no hace falta que entres a mi casa, yo no soy digno de que entres a mi casa. Desde acá, desde la distancia, una palabra tuya bastará para sanar’. O sea, queremos a veces acercarnos, verlo, tocarlo. Eso está bárbaro, si pudiera volver a hacerlo lo haría. Pero eso no es excluyente, yo me tengo que sentir abrazado por Dios desde acá también. Vale lo mismo, el poder de Jesucristo es el mismo. A veces estoy a tres cuadras de la Capilla y no voy, no participo de los sacramentos, me estoy perdiendo de eso. ¿Y si está el Papa iría? ¿Por qué? Si la Eucaristía es más importante que el Papa, es el representante. Y la Eucaristía es Jesucristo mismo. Y ahí tendría que estar yo. Por supuesto que fue una experiencia inolvidable. Pero quiero dejar en claro que todos tenemos la posibilidad, desde el lugar donde estamos, de sentirnos abrazados por el mismo Jesucristo también”.

 
 
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