Pasadas menos de 48 hs. de las Elecciones del domingo 25 de octubre el Intendente electo, Roberto Palacio, se reunió con el actual Intendente, Ricardo Moccero, quien le entregará el cargo el 10 de diciembre. El objetivo de esa reunión es garantizar una “transición” armónica. De esta forma se confirma la intención de Palacio de asegurar la impunidad del Moccerismo, del que formó parte por 17 años.
Finalizada dicha reunión, Palacio brindó una entrevista donde admitió que la situación de la Municipalidad es “muy complicada”. Los culpables de dicha situación serían los trabajadores, quienes se llevarían el 80% del presupuesto y no la consecuencia de 20 años de autocracia.
Refutar tales dichos, además de necesario, es elemental. La Municipalidad de Coronel Suárez cuenta con un presupuesto de alrededor de 350 millones de pesos, el cual seguramente sea mayor al finalizar el ejercicio por el aumento de la coparticipación. El 80% del mentado presupuesto equivale a 280 millones de pesos, al dividirlo por la cantidad de empleados nos da un cociente de poco más de 15 mil pesos mensuales, contabilizando el sueldo anual complementario, a lo que habría que restarle los aportes patronales; si tenemos en cuenta que el gobierno municipal paga salarios en negro -entre un 30 y un 50%-, de destinarse un 80% del presupuesto a sueldos de los trabajadores el ingreso per cápita sería superior a $13.000 mensuales -de enero a diciembre. La realidad es mucho más angustiante. En oposición a la carestía obrera se encuentra el enriquecimiento de los funcionarios.
Por lo tanto debemos preguntarnos el por qué de las declaraciones del Intendente electo. Palacio nos adelanta que, a partir de 10 de diciembre, va a continuar y profundizar la política de congelamiento salarial y persecución que enfrentaron los municipales por 20 años. Para justificarla culpabiliza a los trabajadores de la bancarrota que deja su predecesor. Para derrotar estas estocadas y las sucesivas debemos organizarnos y comprender la necesidad de una cooperación en defensa de los intereses comunes de todos los trabajadores. Las históricas luchas del 2009 y 2012, donde fueron reprimidos por igual hombres y mujeres por orden del Intendente Moccero, serán nuestro fundante y ejemplos a seguir.
Mauricio Duckardt.