A partir del mediodía del miércoles la lluvia se fue intensificando de manera tal que para el atardecer rondaban loas cien milímetros en distintos pluviómetros de la zona urbana, mientras el Servicio Meteorológico confirmaba a las 18 horas 90 mm. pero el registro se incrementaba porque periódicamente los chaparrones aislados se tornaban extremadamente fuertes, confirmando el alerta que se conoció a las 16 horas para el Sudoeste de la provincia de Buenos Aires.
Desde la zona rural se advertía que abundantes charcos de agua se originaban sobre la ruta 85 entre San Eloy y D’Orbigny, un pino se encontraba caído en esa misma zona frente al establecimiento de Tarayre y el camino G8 se había transformado en un mar imposible de ser transitado. Lo propio se advertía sobre el camino a La Emilia. La bajada de agua de la zona serrana era imparable.
Los registros en los campos superaban en todos los casos los 60 y 70 milímetros, y en algunos casos más allá de los 80 mm., pero era evidente que la zona urbana de Coronel Suárez sufrió las mayores consecuencia de semejantes chaparrones que si bien fueron aislados llegaban con toda contundencia y fueron aumentando el registro hasta superar los cien milímetros.
Los llamados de los oyentes eran constantes. En Juvenilia y Alfonsina Storni agua de cordón a cordón; complicaciones en Grand Bourg y Laprida; Mar del Plata y Moreno; para la zona del barrio Villa Belgrano, en Soldado Maciel al 300 era impresionante el caudal de agua acumulado, y lo propio se notaba sobre la avenida Independencia. Imposible de transitar.
La avenida Conturbi, como siempre, se llenó de agua y fue necesaria la presencia de móviles policiales para ordenar el tránsito y evitar que camionetas y grandes rodados hicieran olas, provocando el ingreso de agua a los domicilios particulares.
La avenida Teodosio Alanis con sus respectivos problemas en el desagüe, ingresando a las calles laterales como Echeverría y sus aledañas.
El camino Juan Owen, paralelo a la Sociedad Rural, convertido en un torrente y en la prolongación de la avenida Uriburu, frente al Instituto 48, el panorama también era similar, con gran cantidad de agua acumulada sobre el pavimento.
Mas al centro, Belgrano y Junín, la acumulación era notable y con serios perjuicios para vecinos, peatones y vehículos, en una esquina donde las diferencias de nivel se hacen notar en cada precipitación.
El canal de “Las 5 esquinas” prácticamente no daba abasto para lograr el escurrimiento, mientras que en Lamadrid Bis, zona del Puente Chico, también se originaban inconvenientes similares.