Es que en la noche del domingo la vicejefa porteña se transformó en la protagonista estelar de las elecciones: le arrebató al peronismo la provincia de Buenos Aires, dejó al borde de la jubilación a Aníbal Fernández y se convirtió en la primera gobernadora mujer en territorio bonaerense. "Uno en política tiene que ser humilde y aprender. Me parece que el Frente Para la Victoria hará su evaluación de la jornada de ayer, y sentimos que todavía tenemos un camino por recorrer, no hay nadie acá que se la crea, tenemos un trabajo muy difícil por delante", asegura la gobernadora electa en su despacho del tercer piso del Gobierno porteño, en Parque Patricios, donde habló durante un largo rato con Infobae, a media tarde. Durante todo el día, sus secretarias recibieron decenas de saludos por su histórico triunfo: los teléfonos no pararon de sonar.
"Hablé con Aníbal Fernández al mediodía, tuvimos una buena conversación. Reconoció en privado, hablando conmigo, lo mismo que había dicho públicamente y estuvo muy bien. Y en el caso de Daniel Scioli sé que se intentó contactar conmigo, hoy fue un día muy intenso, pero seguramente le voy a estar devolviendo el llamado cuando termine el día. Me parece importante que nos reunamos y empecemos un camino de transición ordenada en la provincia de Buenos Aires, que es lo mejor para los vecinos", explicó la vicejefa en referencia a los llamados del jefe de Gabinete nacional y del gobernador bonaerense.
Vidal es cauta, pero está convencida de que el escenario de cara al ballotage del 22 de noviembre, en el que Daniel Scioli y Macri derimirán la sucesión de Cristina Kirchner. "Son difíciles los análisis antes de las segundas vueltas. Creo que hoy empezó otra elección, que es muy alentador a partir de lo que pasó anoche. En la Argentina se está construyendo una fuerza con la gente muy importante, hay una necesidad de cambio profundo en la Argentina. Así como en la PASO dimos un primer gran paso, yo siento que anoche dimos un segundo gran paso, pero todavía falta para el 22", analiza la funcionaria.
Además de su performance de ayer, Cambiemos conquistó casi 70 distritos de la provincia de Buenos Aires, muchos en el conurbano, un fenomenal batacazo electoral que cambia el paradadigma en territorio bonaerense. Lanús con Néstor Grindetti, Pilar con Nicolás Ducoté, Quilmes con Martiniano Molina, Tres de Febrero con Diego Valenzuela y Morón con Ramiro Tagliaferro son algunos de ellos. Para Vidal, éste último tiene un sabor especial: Tagliaferro es su marido y el padre de sus tres hijos, Camila, María José y Pedro.
A partir de diciembre, ella sera gobernadora, y él intendente. Un panorama singular que la mandataria electa elude con profesionalismo. "No hay jefes en casa, ahí somos una familia, y esa es la prioridad. El trabajo está afuera, estoy convencida que él va a ser un gran intendente para Morón, lo voy a apoyar como esposa y se que él me va a apoyar en mi trabajo en la Gobernación. En relación a lo que haga con Morón va a ser lo mismo que con los 134 municipios restantes. Una cosa es fuera de casa y otra cosa cuando somos familia", jura.
Este martes, la vicejefa reunirá a su tropa en el centro de campaña bonaerense de Cambiemos en Vicente López, y empezará a desmenuzar el resultado que la catapultó a la sucesión de Scioli. En la próxima semana tiene pensado descansar al menos dos o tres días. En las próximas semanas su rol será clave para las aspiraciones presidenciales de Macri.
Fuente: Infobae.