Pasado el mediodía del domingo el público fue formando fila para ingresar a las instalaciones del Club Atlético Huanguelen y compartir el tradicional almuerzo popular con motivo del 103º aniversario y para lo cual la Asociación Alemanes del Volga y la Delegación Municipal fueron los organizadores de un evento que superó la presencia de las 800 personas, mientras la demanda todavía era mayor pero el límite era el espacio y la muy buena predisposición de las autoridades de la entidad anfitriona.
El salón prácticamente estaba al límite, como siempre, donde la población de Huanguelen quiere compartir el día aniversario en un marco de confraternidad y en familia.
Una vez ubicado el público en largas mesas comenzó a llegar un exquisito pan, hielo, bebidas y mas tarde, con el aplauso de toda la concurrencia, ingresaban los mozos para servir chorizos con ensaladas, luego la carne asada que resultó totalmente excepcional y para ello trabajó Hugo Suarez junto a sus colaboradores, garantía absoluta para poner en la mesa un almuerzo de primera. Postre helado, no hubo discursos y simplemente se agradeció la presencia incondicional del vecindario, de las autoridades del Club Atlético y se entregaron tres reconocimientos por las donaciones, sobretodo de la carne, a Abel Morgado, la empresa Felice y Magno, y la firma feriera Martin y Alonso.
Marcelo Castorina, como Director de Ceremonial de la Municipalidad, leyó algunas salutaciones, alentó permanentemente para la organización y el ingreso del público y finalmente se interpretó el feliz cumpleaños con reiterados aplausos para Huanguelen en el día en que se recordó la fundación de la localidad.
El Intendente Municipal, Ricardo Moccero, tomó ubicación entre el público, acompañado de funcionarios y candidatos del Movimiento para la Victoria, aprovechando la oportunidad para conversar con la gente, recorrer las mesas y recibir el saludo de los vecinos.
Una organización de primera se montó sobre la cocina del amplio edificio, donde se recibió la carne, mientras que los chorizos se elaboraron en el fogón del club y la verdad que todo funcionó a la perfección, por lo cual la gente se retiró conforme con el servicio prestado y el momento compartido.