Es un tumor maligno que afecta la parte inferior del útero o matriz. Esta enfermedad compromete a cerca de medio millón de mujeres en el mundo cada año y mueren aproximadamente 700 mujeres por día por esta afectación.
En Argentina se presentan alrededor de 4 mil diagnósticos nuevos cada año y 1.800 mujeres mueren a causa del cáncer de cuello de útero. Es el segundo cáncer más frecuente en mujeres en Argentina, después del cáncer de mama.
Para conocer más sobre esta enfermedad consultamos al médico especialista en Ginecología Cristian Goya.
“El cáncer de cuello de útero es muy frecuente. El más frecuente es el de mama y el segundo es este. Lo que está bien claro es que cuando hay un cáncer de cuello de útero existen antecedentes siempre de haber tenido un HPV en algún momento de la vida. El HPV es un virus que se llama papiloma virus humano. Son diferentes tipos de papiloma, existen varias denominaciones, todos por número. En algún momento de su vida la paciente ha estado en contacto con este virus, lo que genera cambios a nivel celular y a partir de ahí la posibilidad de desarrollar el cáncer de cuello de útero. A partir de la vacuna, y la implementación en el Plan Nacional de Vacunación a partir de los 11 años, lo que se previene es la transmisión de ese papiloma virus y a partir de ahí la posibilidad de disminuir el cáncer de cuello al no haber contacto con este virus”.
El profesional consultado explicó que “el HPV se transmite a través de las relaciones sexuales. La vacuna no reemplaza al examen de papanicolau, lo que va a permitir este examen se pueda hacer en pacientes que tienen la vacuna en forma no anual, sino más esporádica”.
Los portadores del virus son “el hombre y la mujer, es un virus de transmisión sexual y los dos son portadores. Hay unas cepas determinadas de este virus que se manifiestan como unas pequeñas verrugas, que son las que habitualmente nosotros diagnosticamos y tratamos. Pero hay muchos de los otros virus, que nosotros diagnosticamos y tratamos, que no producen verrugas. Hay algunas de estas cepas que no producen verrugas y son cancerígenas. Producen alternación a nivel celular y a partir de ahí se produce la lesión. A través del análisis se puede saber si una persona es o no portadora del virus, pero son estudios complejos y hoy no se justifica porque no hay cambios de control o estrategia al saber si se es o no portador de este virus. Además, puede que en algún momento se manifieste o puede que no, y no existe un tratamiento para tratarlo. Lo que se hacen son tratamientos, para tratar las lesiones que provoca el virus del HPV. A partir de la colposcopia y el papanicolau, que nosotros hacemos en la consulta, se pueden ver esos cambios cistológicos que nos informa el patólogo y a partir de ahí hacer tratamiento”.