Red de Escuelas, Scholas Ocurrentes, así se denomina el proyecto que impulsa el Papa Francisco y que está generando en el mundo entero una red de comunicación entre escuelas a través de los sistemas informáticos, acortando distancias y también haciendo experiencias vivenciales conjuntas cuando es posible compartir espacios y momentos.
El martes por la mañana alumnos y docentes de varios establecimientos educativos, entre ellos el Centro del Lenguaje y la Comunicación y la Escuela Especial Nº 501, se reunieron en el patio del Centro Educativo Complementario, invitados por esta institución, a los efectos de compartir el momento en que se plantaba un olivo, símbolo de la paz.
La actividad tiene como intención comenzar a trabajar con las comunidades educativas, de las que provienen muchos de los alumnos que concurren al CEC, para compartir sus realidades, proyectos y necesidades.
Luego de la bienvenida de la Directora de la institución, Liliana Treser, lo docente Alejandra Travería dejó un mensaje alusivo a la fecha.
Estas fueron algunas de sus palabras: “Hoy es un día especial porque cada proyecto invada en nosotros una necesidad de crecer. Es por eso que queremos compartir e invitarlos a trabajar juntos a nosotros por la paz y la educación. Scholas Ocurrentes es un proyecto muy querido, valorado y por sobre todo impulsado por quien hoy es el Papa Francisco, porque él está convencido que la paz se construye desde la educación… La red enlaza a más de 350 mil escuelas, por eso queremos hoy concretar esta idea de hermandad con diferentes alumnos y escuelas, generando conocimiento y armonía entre las nuevas generaciones y nos hará pasar de espectadores a protagonistas y los pueblos tenderán a amarse y a tolerarse más, alejando para siempre el odio, la discriminación y haciendo que en un futuro la guerra sea una institución olvidada en el arcón de los recuerdos tristes de la humanidad. Plantemos el olivo, reguemos, cuidemos y amemos este árbol como a nuestros alumnos que mañana nos darán su fruto. Esta es nuestra oportunidad”.
Acto seguido, luego de este mensaje, representantes del CEC, un docente, un alumno, representantes de los medios de comunicación y de las otras instituciones educativas, procedieron a plantar el olivo y a hacer su primer riego.
Posteriormente se invitó a los presentes a formar dos filas, a mirar a quien cada uno tenía enfrente, reconociéndolo y a darse un abrazo fraternal.
La Directora y un alumno del CEC recibieron el certificado enviado por el Vaticano al sumarse a la red de escuelas.
Para finalizar la propuesta todos se dirigieron hacia el frente del edificio para descubrir la placa que identifica que el CEC se ha sumado a esta propuesta mundial.