La Nueva Radio Suárez entrevistó a Mariela Holzmann, Delegada del gremio UTICRA en Coronel Suárez, que nuclea a más de 200 trabajadores de 7 talleres que hay en Coronel Suárez.
Indicó que “el Día del Trabajador del Calzado fue el 13 de septiembre, pero está establecido en nuestro convenio colectivo que se toma un día no laborable y pago el segundo lunes del mes de septiembre, por lo que la actividad el último lunes en nuestras oficinas y en algunos talleres fue nula. Es que el convenio establece que se puede cambiar de fecha en un acuerdo entre los trabajadores y el empleador. Hubo dos talleres que se tomaron un descanso y hay otros dos o tres que lo van a dejar para el próximo lunes 21, que se aprovecha esa fecha por el Día de Primavera y el Día del Estudiante”.
Consultada en torno a cómo está la situación en los talleres, dijo que “venimos bien, se nota que hay un trabajo fluido, está todo tranquilo, gracias a Dios se ha normalizado un poco el tema del atraso del pago en algunos talleres. Estamos más bien al día con los cobros. Hay una afluencia de trabajo importante por estas fechas, todavía no se ha dado un corte por el cambio de temporada. Estamos esperando a ver cómo se proyectan las vacaciones, en qué fechas. Los compañeros preguntan, pero ningún taller ha dado a conocer eso. Lo importante es que el trabajo fluye, que no se ha cortado, para que nada se descontrole”.
Más adelante destacó que “es importante ver cómo va cambiando el tema del aparado en los talleres. Ha ido disminuyendo la elaboración de aparado en sí, la costura de capellada, y se dedica un poco más a la terminación del calzado. Hay talleres que tienen maquinaria para ocuparse del cierre del calzado. Se ha disminuido un poco las líneas de producción de aparado. Esto se ve en forma general en todas las fábricas del país, donde se trabaja mucho con el proyecto en el que la capellada ya viene armada, produciendo el ensamblado de las piezas y la terminación del calzado. Esto está pasando en la mayoría de las fábricas en el país y se ve acá en Coronel Suárez en los talleres también. La capellada viene sobre todo de China; nos preocupa volver a volcarnos en una industria nacional propia, porque esto asegura la continuidad y en el incremento de los puestos de trabajo, en una elaboración que requiere mano de obra intensiva”.