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Magistral concierto del Coro Polifónico Nacional de Ciegos “Carlos Roberto Larrimbe”.
Parroquia Nuestra Señora del Carmen.
Un grupo de voces conmovedor que demuestra la transformación surgida a partir de una discapacidad física.
Un repertorio con temas clásicos de la música universal, populares de nuestro folklore y hasta negros spirituals.
Dirigió el maestro Osvaldo Cesar Manzanelli.
Integra el coro la suarense Nancy Muñoz.

El sábado por la noche la Parroquia Nuestra Señora del Carmen recibió la presencia del maravilloso Coro Polifónico Nacional de Ciegos "Carlos Roberto Larrimbe", un organismo perteneciente al Ministerio de Cultura de la Nación que tiene su centro de actividades en la Ciudad de Buenos Aires.
El Cura Párroco de nuestra ciudad Padre Diego Kessler agradeció en el final de la actuación expresando que “los abrazamos en el amor de hermanos y nos han demostrado toda la capacidad de superación a pesar de las adversidades de la vida brindándonos un magistral concierto con sus maravillosas voces” expresó el sacerdote mientras el público asistente el sábado por la noche volvió a ponerse de pie con sostenidos aplausos despidiendo a los coreutas finalmente quienes dejan el altar con la ayuda de los asistentes, recorren los pasillos del templo y van recibiendo el afecto de la gente, en un emocionante ese final.
En la presentación se destacó la participación en el elenco coral de la suarense Nancy Muñoz radicada desde hace casi 30 años en la ciudad de Buenos Aires para lo cual entre el público se encontraba su madre, sus hermanos y otros familiares directos de nuestra ciudad, por lo cual las emociones por el reencuentro era mayor todavía.
Nancy en algún momento de su vida en nuestra ciudad, supo integrar el Coro Municipal de Coronel Suárez, por lo cual fue emocionante también el reencuentro con la actual directora Profesora Blanca Long que también se encontraba presente y fue invitada a saludar al Director e integrantes y asistente de la agrupación que llegó sobre la hora del espectáculo y después de la cena en el salón parroquial ya estaba el micro aguardando para continuar viaje, admirable desde todo punto de vista.
Como su nombre lo indica, el Coro que nos visitó el sábado por la noche es una institución conformada en su totalidad por personas totalmente ciegas o con un nivel avanzado de disminución visual, que encuentran en esta actividad un medio estable de vida.
Según comentaron sus integrantes momentos antes del concierto la modalidad de trabajo no difiere mucho de la de cualquier otro coro. Se ensaya todos los días, con sesiones de técnica vocal, ensayos parciales por cuerdas, y ensayos grupales.
La única diferencia está dada en que los coreutas que integran el Coro trabajan con partituras escritas en notación Braille, para lo cual el Coro cuenta con un cuerpo de copistas.
En la actualidad el Coro está conformado por el director, la preparadora vocal, cuatro jefes de cuerda, 51 coreutas, 16 copistas, un dictante, una secretaria técnica y dos auxiliares administrativos.
Su creador vislumbró la posibilidad de transformar ese grupo coral en un conjunto profesional que, a la vez de representar un canal idóneo de expresión artística, constituyera una fuente laboral para los ciegos que eligieran la música como medio de vida. Con el auspicio de destacadas personalidades de la época como María Adela Ayarragaray de Pereda, Roberto Beltrán Nuñez y Juan Carlos Alvarez, Larrimbe creó en 1947 el Coro Polifónico de Ciegos que hoy lleva su nombre, contando desde sus comienzos con la inestimable colaboración de Ladislao Scotti.
En sus comienzos, el Coro dependió administrativamente de la Secretaría de Trabajo y Previsión, junto con los demás organismos que integraban el Patronato Nacional de Ciegos. En 1943 pasó a depender del Ministerio de Educación hasta 1954, cuando es trasladado a la Secretaría de Asistencia Social del Ministerio de Salud Pública. En 1961, como consecuencia de gestiones que se venían llevando a cabo desde 1958, el Coro pasó a depender del Departamento de Sanidad Escolar del Ministerio de Educación, donde permaneció largo tiempo. Actualmente depende del Ministerio de Cultura de la Nación.
Desde 1971 solemniza las celebraciones litúrgicas oficiales de la Catedral de Buenos Aires, a las que asiste el Presidente de la Nación, el cuerpo diplomático e invitados especiales. Se presentó en las misas celebradas en nuestro país por el Papa Juan Pablo II en 1982 y 1987. Interpretó importantes obras del repertorio universal, entre otras: el Requiem de Wolfgang Amadeus Mozart, el Requiem de Gabriel Fauré, el Gloria y el Magnificat de Antonio Vivaldi, el Magnificat y el motete Jesu meine freude de Johan Sebastian Bach, en remarcables actuaciones junto a la Orquesta Sinfónica Nacional o con acompañamiento de órgano.
El marco que confiere la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, el ensamble de voces, la coordinación vocal, la respuesta a las manos conductoras del Director imponía un clima espiritual de gran solemnidad donde era imposible contener las lagrimas y valorar semejante despliegue artístico de alta jerarquía sin dejar de reconocer el trabajo de los asistentes y de quines coordinan las actuaciones por todo el país como así también en los grandes eventos oficiales.

 
 
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