Se llama Riso. Tiene 28 años. Hace tres meses viajó a México con la idea de recorrer buena parte del país azteca e ir bajando por Latinoamérica conociendo lo que el tiempo y la plata permitan.
Amagó a volver cuando se enteró del regreso de Fito Rinaudo. Hace 21 días todavía estaba en México y quiso emprender el regreso. Hizo dedo. Pasó por Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Viajó a Colombia y siguió bajando por Ecuador. Le quedaba poco en los bolsillos pero ya tenía en la cabeza reencontrarse con su gran amor: Gimnasia y Esgrima La Plata.
Hace siete días estaba en Perú. Allí paró unos días en Cuzco y volvió a la ruta. Hizo dedo. Llegó a Bolivia, se quedó en La Paz unas horas y siguió bajando. Hace cuatro días, en Tucumán, vio cómo Gimnasia perdía contra Boca en el Bosque y ahí lo decidió: “cueste lo que cueste el miércoles tengo que estar en Córdoba”, dijo.
Este lunes se sacó una foto en la ruta haciendo dedo con la camiseta del Lobo. Con la ayuda de sus amigos para impulsar la patriada y con el destino jugando para su equipo, la foto se viralizó en las redes sociales. Ya en Santiago del Estero otro hincha de Gimnasia, Víctor, se contactó con él y le sacó un pasaje a Córdoba. No lo podía creer. Salió por la madrugada para llegar a Córdoba cerca del mediodía. Pedro Troglio, que se enteró de la situación, avisó por las redes sociales que lo esperaba en el Hotel Orfeo, con entrada en mano, donde Gimnasia descansaba a la espera del partido del miércoles a la noche frente a Vélez por los octavos de final de la Copa Argentina.