Marcos Rebolini, Presidente de la Sociedad Rural de Coronel Suárez, al hacer una evaluación del paro agropecuario de la semana pasada, indicó que “para muchos fue una protesta especial, porque en realidad a muchos les pareció que era a destiempo. Pero las circunstancias lo ameritaban, ya que los que más hacían presión para llevar adelante esta protesta eran todos los representantes de economías regionales, los del Valle del Río Negro, el sector frutero, a los que no les daban los números para cosechar y vender; también los productores de limón y caña de azúcar en Tucumán; los de cítricos en el norte de la Provincia de Buenos Aires y Entre Ríos; los productores de uvas en Mendoza”.
“Todas las economías regionales están sumamente complicadas, apretadas por los costos. Esas economías tienen un costo importantísimo que es la mano de obra para recolectarla, ya que el 90% se cosecha a mano. Con el tema de la inflación, 30 por ciento acumulado año a año, en realidad no le dan los costos para cosecharlos, sobre todo porque hay un atraso cambiario importante y muchas de esas producciones en realidad se exportaban”.
“Es lo que nos pasa a muchas de las empresas de cualquier rubro, en la que los costos superan a los ingresos, por eso estamos en la crisis que nos encontramos viviendo en toda la región. A su vez todo el norte del país, desde el Chaco hasta Salta, Jujuy, Tucumán, la parte agrícola que vive de maíz, soja, esas producciones están sumamente complicadas porque en realidad están a más de 1.000 kilómetros del Puerto de Rosario, por lo que se ven imposibilitados de mandar un camión a Rosario para vender; para dar un ejemplo, mandar un camión de maíz el flete les comía el 80% de la carga. Por eso quedaron fueron de mercado y fueron los que realizaron las manifestaciones más grandes. En Tucumán los productores estuvieron un mes acampando en la plaza hasta el sábado anterior a las elecciones, por una cuestión de no embarrar la cancha levantaron la carpa que tenían frente a la Gobernación de Tucumán. Y los salteños fueron los que más se movilizaron, haciendo varias marchas”.
Más adelante Marcos Rebolini indicó que “en el mundo el petróleo bajó su valor y bajó el valor del combustible en todo el mundo, y acá, privatizado YPF, el combustible fue subiendo y estamos en el ranking de países con combustibles más caro, ubicados en segundo lugar. Esto hace que se encarezca toda la economía. El gobierno le garantizó 80 dólares a las petroleras, independientemente que bajó a 45 dólares, y no tuvimos ese beneficio que tuvo todo el mundo, con la baja de los fletes. Para nosotros, que somos un país tan grande, con tantos kilómetros, hubiera menguado el impacto de la inflación que hoy es uno de los componentes más importantes de esta recesión que estamos viviendo”.