“Mi intención no es reproducir cada objeto tal cual es. Doy luz a mi trabajo y quiero que hablen de la vida”.
Esto es lo que dice el escrito de presentación de la muestra de Zulma Etcheverry que se inauguró el sábado último en Isidoro Espacio de Arte.
La artista aclara que está en Isidoro, desde la inauguración misma del lugar. Agradece a cada uno de quienes han sido sus maestros, que la orientaron en el arte de la expresión plástica, donde los oleos, permiten también incorporación de otros elementos que se terminan difuminando y se integran a la totalidad de la pintura.
“Soy artista visual y jardinera. Vivo, pinto y sueño en la ciudad de Coronel Suárez”. Sigue expresando la artista, de su propio puño y letra. Mientras que de su propia mano creadora, hay 101 cuadros en pequeño formato donde su multiplican decenas de flores.
En diálogo con La Nueva Radio Suárez, relató que en el mes de enero, en un taller con Daniel Fischer, la desafiaron a hacer primero 20 obras, luego le sugirieron 30, otro dijo 40. Así llegó a las 100. Y cuando las tenía listas, pensó quebrar ese número redondo con otra obra más. Por eso 101 obras en pequeño formato componen una particular muestra que puede disfrutarse en Isidoro Espacio de Arte.
El sábado, día de la inauguración, Zulma Etcheverry estaba radiante, feliz, vibrante y viva como siempre. O más que nunca. Las flores que estaban en los cuadros, estaban también en una multiplicidad de recipientes. Explicó que a medida que fue pintando los cuadros, fue haciendo los plantines. Y como su obra estaba terminada y a disposición para ser mirada y disfrutada, también estaban los plantines muchos en flor, todos bien arraigados a la tierra, para que los visitantes que quisieran se los llevaran a su casa.
Otros regalos recibió Zulma, además de la presencia en su muestra de mucha gente que ha seguido su desarrollo como artista: Enrique “Kike” Bauer, de Isidoro, le regaló o mejor dicho, parafraseándolo, “le devolvió” un libro de poesía antigua que había pertenecido a su tío abuelo, y que había adquirido en una venta de libros usados. Y su amiga de toda la vida, Susana de Rígoli, intervino su obra con una poesía de su autoría, que habla con humor del proceso creador.
Zulma Etcheverry, con esta muestra vuelve a confirmar que lo suyo son las flores: al preparar su jardín, y al pintar un cuadro