Y el Palacio de los Deportes se llenó de nostalgia.
Nostalgia por las grandes noches de básquetbol que allí se vivieron, por enormes jugadores que pisaron ese parquet, por los grandes partidos, por aquellos encuentros que jugaba el seleccionado, pero sobre todo los que disputaba Blanco y Negro.
Noches heroicas como las de las épocas del 95 y años que lo siguieron con un equipo que jugaba de memoria.
Nostalgias por que en ese escenario no entraba un alma cuando Blanco y Negro jugaba de local.
Tantos años fueron pasando de aquel tiempo lindo para el básquetbol suarense, imborrables para todos aquellos que vivimos esa época, porque Blanco y Negro era el equipo de todos que recorría buena parte de la Provincia de Buenos Aires y donde todos eran uno, jugadores, cuerpo técnico, la recordada subcomisión de básquetbol, el canal local, nosotros desde la Radio haciendo cientos de kilómetros para hacer los relatos heroicos de aquellos partidos, la gente y los simpatizantes.
Por todo eso hubo nostalgia en la noche del 21 de agosto en el Palacio de los Deportes.
Y de esa generación formo parte Gustavo “El Colo” Ordoñez, un legendario jugador que arrancó en primera sobre fines de los 80 y que durante 25 años defendió la camiseta de Blanco y Negro, poniendo el punto final a los 42 años.
Por eso esta fiesta no se la quiso perder nadie y se reunieron cerca de 40 jugadores que dijeron presentes y que jugaron un partido muy amistoso en el gimnasio albinegro que lo terminó ganando el equipo del Colo por 66 a 65.
Uno de esos históricos que piso el flotante de Mitre y Garibaldi fue Jorge Yoldi que lo vio nacer y crecer al Colo, pero también fueron de la partida y lo acompañaron, Juan José Riesgo, Alberto Gatto, Fabián Gondeán, Horacio Otamendi, Fernando Loupias, Carlos Walker, Juan Manuel Krotter, Marcelo Fernández Chavez, Gustavo “Bichín” Walter, Gustavo Hoffman, Hernán Burgardt, Diego Zilio, Juan Emilio Miravent, Santiago Sanseau, Sergio Alimenti, Pablo Ordóñez, Gustavo y Osvaldo Tukart, Matías Vidal, Federico Sanseau y Francisco Sanseau, Ignacio Peña, Cristian Angilello, Francisco Hoffman, Gerónimo Fernández Chavez, Juan Dietz, Rodrigo Schwindt, Leonardo Ristagno, Santiago Gallo y Tomás Gondeán, entre otros que dijeron presentes o enviaron una salutación.
Desde México llegó un amigo personal de Gustavo Ordoñez, José Luis “Rata” Beguiristain, que también dijo presente, además del arbitro nacional, Alejandro Ramallo quien fue acompañado para controlar el partido por Juan Carlos Zeki.
Como no podía ser de otra manera, quien lo llevó a sus primeros pasos en primera división tampoco falto a la cita, este es el caso del ex entrenador bahiense, Daniel Segui, como así también Roberto Pety Enecoiz o el recordado Juan García, hoy entrenador de equipos de nivel nacional.
También se sumó a la fiesta “Rosco” la mascota de la Asociación de Jugadores de la Liga Nacional quien brindó un gran show, interactuando con el público y los jugadores.
Sobre el final de la noche y cuando el reloj marcaba la hora 22 se procedió a la entrega de reconocimientos y allí “El Colo” recibió dos cuadros con las camisetas del Centro Blanco y Negro, por supuesto con el numero que el siempre utilizó, el 8”, que fueron entregadas por integrantes de la actual Sub Comisión de básquet y el ex Presidente del club, el Ingeniero Eduardo Zilio.
Diego Alberdi, actual Presidente de la Sub Comisión le entregó un cuadro con la imagen del “Colo” picando la americana ante un rival, también se llevó el carnet de jugador que estuvo a cargo de su padre Horacio, además de un cuchillo grabado que se lo dio su amigo, José Luis Beguiristain, además de algunos otros presentes.
Luego fue el propio Gustavo Ordoñez que corono con una medalla a los integrantes del plantel Sub 13 de Blanco y Negro que obtuvo el torneo de esta categoría en el certamen que organiza la Asociación Tresarroyense.
El cierre fue para el Colo Ordoñez con un sencillo discurso de agradecimiento, a la gente, a directivos, entrenadores, compañeros, jugadores y a su familia quien también dijo presente ya que no faltaron, además de sus padres, sus hermanos, esposa, hijas, sobrinas y por su puesto su abuela Rosa quien también quiso estar en el Palacio de los Deportes en el último acto de su nieto, después de haberlo acompañado en tantas noches de básquetbol, ahí, sentada en una de las sillas ubicadas en la mitad de la cancha y en primera fila, para no perderse nada de lo que sucedía en el partido.
Nostalgias de un lindo tiempo que difícilmente volverá, recuerdos imborrables donde le damos gracias a esta profesión por poder haberlos vivido.
¡Chau Colo!. Se retiró una de los grandes jugadores de básquetbol que dio Blanco y Negro, pero también uno de los más carismáticos y que siempre dejo todo por su querida camiseta.