Juan Maria Vianney, el Santo Cura de Ars, es la figura representativa del Día del Párroco y que se celebra cada 4 de agosto.
En el sobre que Cáritas preparó para solventar el almuerzo popular del domingo y además que quede un margen para la obra de Cáritas, se señalaba: “la Santa Virgen está entre su hijo y nosotros. Aunque seamos pecadores ella está llena de ternura y de compasión hacia nosotros. El niño que más lágrimas ha costado a su madre es el mas querido. ¿No corre una madre siempre hacia el más débil y expuesto? Un medico en un Hospital ¿no presta mas atención a los más enfermos?”, palabras de San Juan Maria Vianney.
Bajo este principio y esta premisa se celebró el Día del Párroco el domingo pasado con un almuerzo que se sirvió en el salón del Barrio San Cayetano, donde Cáritas reune a sus colaboradores, Grupo Scout y otros movimientos de la Iglesia para la atención del público asistente que colma las instalaciones del edificio, por lo cual en un breve acto de apertura se destacó la jornada, se agradece la participación de todos, mientras el Sacerdote bendice la mesa.
El Padre Diego fue objeto en la oportunidad de reiteradas adhesiones, la entrega de presentes por parte de los organismos parroquiales y el mensaje tradicional del Párroco de Coronel Suárez, destacando el trabajo de todos los organismos dependientes de la Parroquia, el esfuerzo que todos en conjunto ejercen junto a otros sacerdotes y diáconos para llevar adelante la tarea pastoral ante la emergencia que se registra por la falta de sacerdotes.
Reflexiones sobre la misión de la Iglesia, de la comunidad Católica y del propio Párroco para concluir con un breve mensaje que siempre abre una perspectiva de futuro de fe y esperanza, mirando al prójimo y respondiendo generosamente.
Al renovarse recientemente la comisión Directiva de Cáritas Parroquial Coronel Suárez habló el Ingeniero Juan Ignacio Alberdi, quien señalaba que “Hoy en día el trabajo de los sacerdotes, de los cura párroco, es un trabajo difícil. La sociedad se maneja con códigos superficiales como las publicidades, sensualidad o la moda que nos vienen desgastando. Ante ese panorama el esfuerzo de ellos es verdaderamente importante porque nosotros cuando acudimos a ellos solo tienen para ofrecernos la palabra inspirada en Jesucristo”.
“Queremos agradecer el trabajo del Padre Diego por todo lo que ha hecho para que hoy nuestra comunidad cuente con dos Diáconos permanentes; sin su apoyo hoy nuestra parroquia no tendría esta bendición. También hay que agradecerle a Diego todo el trabajo que ha hecho cada vez que se ha despertado una vocación en Coronel Suárez, como los casos de Sergio, Cristian y Andrés”.
“El cura párroco siempre es un nexo entre nosotros y El Señor. Nosotros acudimos a ellos esperanzados porque siempre encontramos en ello una palabra de afecto, comprensión, claridad en las ideas y cierta esperanza”.
“En lo sucesivo cobra importancia nuestro compromiso como fieles atento a la falta de curas y la sobrecarga que nuestro cura párroco tiene para atender las parroquias de toda la región”.
Alberdi expresó que “hoy lo que estamos ofreciendo es nuestro apoyo, nuestro compromiso y los esperamos, por que los creemos muy importantes y felicitarlos por todo el trabajo que llevan adelante, tanto el actual párroco Diego, el Padre Leandro y ante el padre Daniel” señaló en la parte final de su mensaje mientras se entregaban presentes a los sacerdotes.
Al mismo tiempo se recordó que en el mes de Junio se renovó la comisión directiva de Cáritas Parroquial por lo cual Juan Ignacio Alberdi, el nuevo Director de Caritas, se refirió a la gente que tanto trabajo por la entidad y que han cumplido un ciclo importante, pidiendo un aplauso de reconocimiento para Héctor Eugenio “Tito” De La Fuente, Ana Dietrich, Ana Maria Erroitzarena, a todos el agradecimiento por todos los años dedicados a la institución.
Finalmente el Párroco Diego previo a la bendición de la mesa agradeció por este almuerzo que, dijo “nace de una iniciativa del Padre Montero quien decía que es a beneficio de Caritas coincidiendo con el agasajo al Párroco por lo cual no tenemos que olvidarnos de este objetivo”.
El Padre Diego recordó que venía expresando en el Consejo de Pastoral advirtiendo que “miren que en algún momento quedan pocos sacerdotes y hoy ese problema es una realidad, por lo cual creo que es un momento muy particular para toda la iglesia asumiendo un protagonismo importante y real delante de toda la sociedad, integrar toda la experiencia con la gente grande, que tiene por experiencia del recorrido con la sangre de los jóvenes, apoyarlos para que esta sangre nueva sea inyectada en la vida de la comunidad”.
Luego agregó que “como nos dice el Papa Francisco, salir a las periferias, tenemos que salir, salir de nuestros grupos, movimientos, asociaciones, ir a los distintos lugares para ser el alma, como dice el concilio, volver a plantar, replantar y a veces podar para fortalecer la fe, para que de frutos realmente, lo cual, el laico no es que este al servicio del cura sino, el cura acompaña la vida de las comunidades, distintos carismas que todos están al orden de la edificación de la iglesia, del pueblo de Dios”.
“A partir de ahora vivimos un momento muy importante, pero el desafió que hoy tenemos, nos pone en un lugar que antes Dios no nos había puesto, antes una descansaba por que había uno, dos, cuatro, cinco curas y ahora no es así, entonces tenemos que ir colaborando de un modo muy especial, agradezco a cada uno todo lo que hacen, en todo lo que nos acompañan a todos los sacerdotes y pido que no bajen los brazos, tenerlos elevados siempre para suplicarle al Señor, y de la gracia y la fortaleza después ser trasmisores de una palabra de esperanza, de fe, testimonio que tanto se necesitan en el mundo de hoy” concluyó Diego para compartir el almuerzo servido en el salón del Barrio San Cayetano.