En la noche del viernes y con la presencia de los habituales concurrentes a Isidoro Espacio de Arte se llevó a cabo el acto inaugural de una exposición conjunta donde cuatro artistas sobresalientes pusieron de manifiesto su arte y creatividad.
El público pudo apreciar una exposición fotográfica, una instalación interactiva, las pinturas de Leticia de Jencquel y también distintas facetas a modo de autorretrato, todo lo cual conformó una amplia gama donde el espectador descubre formas, pinceladas, imágenes y puede bucear inclusive entre los elementos que forman parte de la instalación de Pablo Bas.
Sonia Gómez, Directota de Isidoro, junto a la colaboración invalorable de “Kike” Bauer en los aspectos organizativos, dieron la bienvenida a los artistas invitados y como ocurre generalmente en la presentación de una nueva exposición hablaron de sus respectivas propuestas, no sin antes los anfitriones del evento agradecer las presencias, el aporte de los auspiciantes y todos los artistas de Isidoro que gozan de un gran privilegio y enriquecen permanentemente la puesta en valor de cada una de las actividades que se generan constantemente.
Lucia Roth y su obra, en Proyecto 10M.
“Soy Lucía y me busco. En esas búsquedas, otras Lucías se manifiestan, se expresan, como se expresan los elementos que me componen.
En este proyecto trato de presentarme en distintas facetas a modo de autorretrato.
Lucia es tierra.
Lucia es fuego.
Lucia es aire.
Lucia es agua.
Pablo Bas – Elipsis - Instalación sonora interactiva.
“Elipsis” dentro de la producción del autor surge por un lado a partir de la exploración de modos de relación activa entre obra y público a través de un dispositivo creado para articular de modo peculiar con el espacio que lo contiene y con sus interlocutores.
Ésta obra intenta establecer un vínculo diferente a la tradicional relación entre obra estática o consumada y público pasivo para alterar la unidireccionalidad en la construcción del mensaje y convertir el proceso en un fenómeno dinámico de ida y vuelta en el que el público es tentado a que con su participación activa asuma el doble rol de oyente y de productor de sonidos. A la vez, la participación activa por parte del público en la producción de sonidos hace que la obra constantemente mute y nunca vuelva ser exactamente igual a si misma.
Por otro lado, refleja el resultado de la evolución del trabajo de composición e investigación acerca de los materiales sonoros, fonoproductores, grabaciones de campo y de diversos paisajes sonoros, así como también el empleo de diferentes formas y técnicas de procesamiento digital y transformación de la materia sonora
Leticia de Jencquel – Rescate.
Pintura en acrílico sobre tela de la esquina de Av. Alsina y Las Heras - Coronel Suárez.
Mi pintura busca rescatar viejas construcciones que muestran el deterioro causado por el paso del tiempo y quien sabe de cuantos eventos. Mudos testigos que se perderán bajo la piqueta de espíritus poco dados a preservar la historia edilicia de nuestros pueblos
Mi vocación por preservar y rescatar escenas de mi entorno me han llevado a pintar rincones poco tenidos en cuenta por mirarlos cotidianamente. Me refiero a mirar y no a ver.
Respecto de nuestra planta urbana, he pasado 50 años sin darme cuenta de la riqueza edilicia de nuestra ciudad con sus construcciones estilo italianizante y francés.
Ahora las descubrí y las pongo en valor.
Nacida en Buenos Aires, resido en Coronel Suárez desde 1965. Entre los estudios efectuados, participo del taller de la artista María Cristina Elorriaga y he asistido a cursos de dibujo dictados por el Prof. Domingo Bucci.
He realizado seminarios con Diana Aisemberg, Mauricio Nizzero, Daniel Fitte, Ana Gallardo, Daniel Fischer y Kekena Corvalán.
Participé de numerosas muestras colectivas organizadas en la siguientes ciudades: Buenos Aires, La Plata, Coronel Suárez, Bahía Blanca, Tres Arroyos, Tornquist, Tandil, Olavarría, Coronel Dorrego, General Villegas, Pigüé, Puán, Vicente López, Pergamino, Azul, Coronel Pringles, Mercedes (B.A), San Isidro, Necochea,, Barker.
Expuse también en La Cumbre y Los Cocos (Córdoba) y en San Carlos de Bariloche.
En el exterior he participado en carácter de invitada en una muestra colectiva en Saarbrucken, Alemania. Invitada por la Embajada Argentina en Santiago de Chile fui parte en la exposición de artistas plásticas argentinas denominada Cuatro Mujeres, en el Centro Cultural Providencia de esa capital, en una muestra colectiva de “pequeño formato” en California, USA y en el año 2011, y de la muestra “Arte Argentino” en Bankok, Tailandia, contando con numerosos premios en Salones Nacionales, Provinciales y Municipales
Mi obra habla del patrimonio de la ciudad que habito, Coronel Suarez y la zona.
Mónica Rojas - Huellas de Agua - Circunvalación del Olvido (o de cómo remodelar el confín de la memoria).
Fenómeno fundamental entre fines del siglo XX e inicios del XXI, la fotografía no es una simple corriente del arte contemporáneo. La misma llega en realidad a abrazar la categoría general de la imagen, las investigaciones experimentales posibles del universo virtual, las formas alternativas de la comunicación en la era de los nuevos medios, la historia del fin de los modernismos en el momento en el cual entra en crisis el estatuto de la obra de arte, la problemática característica del documento, en un contexto en el cual el arte no es más el único horizonte de la creación y además, el montaje de las imágenes en la época en la cual se duda de la experiencia que nos ofrecen las representaciones.
La acción fotográfica consiste en un proceso más complejo del técnico elemental. La fotografía artística es el resultado de una proyectualidad visual y psíquica que se precisa aún antes del obturador con el cual el fotógrafo toma la decisión definitiva de ejecutar la imagen.
Henos aquí en el acto de remodelar los confines entre la fotografía en sí misma y la pintura. Henos aquí en la propuesta de imagen de Mónica Rojas.
Con la particularidad de poner en ejecución la captura de momentos de tiempos disyuntivos, entre falsas pistas y lo onírico como brutal gentileza, Mónica Rojas traspone y vela al unísono el disimulo y la desaparición de espacios y personajes que revitalizan lugares y voces sin narración alguna, que como característica de las estéticas posmodernistas, finaliza colocando en la falacia entre la representación y la recreación.
Vestir ruinas pareciera ser su cometido, otorgarles hábito y por lo tanto volver a habitarlas pareciera ser su objeto.
Los trayectos de la relación entre olvido y memoria son múltiples e insondables del mismo modo que lo son las vías que las creencias atribuyen a los dioses. Carece de sentido preguntarse acerca del despojo espacial, las ruinas y el abandono de los espacios y construcciones ante los cuales nos pone Mónica Rojas. Más bien nos propone la insidiosa estaca acerca de su sobrevivencia, de su permanencia en el tiempo y de aquello que aún habita sus cimientos.
Atesoramiento de restos, arqueología de lo vivido, perdurabilidad de huellas y rastros y una notable voluntad de rechazar el olvido, pareciera ser su meta, sin pretensión de documentar sino de elevar a protagonistas aquellas marcas y grietas en los viejos muros desgarrados donde fue albergada alguna vivencia.
Marcas y escisiones de supuestos mundos paralelos que conviven, edificios abandonados y paisajes desgarrados pero con grietas florecidas. Construcciones - testimonios, que parecieran especializarse en el hallazgo de brotes donde la mirada de Mónica Rojas sabe leer las imágenes de los cementos, ladrillos, pisos, tierras y deshechos y los cuerpos que insisten en seguir presentes en un espacio que simularía ya no querer de ellos, entre la clandestinidad, la historia y la perseverancia de sus propias emociones.
Entre luces y sombras el hábito de penetrar el mundo material e imponerle la vida se dirige hacia el testimonio y su diálogo para con un paisaje constituido por el abandono y su recuperación, donde la huella y trazo de lo vivido hacen a la excedencia del mero registro.
Interpelación doble, ya que nos da la posibilidad de una otra mirada sobre lugares y sitios localizables geográfica e históricamente abriendo al recuerdo y su presencia, pero al mismo tiempo imaginar y trasladarnos en la experiencia, paso y tránsito de otros, que todavía hoy conviven entre nosotros.
Mónica Rojas nos pone de lleno en el seno de la problemática de una estética contemporánea que diferencia el espacio del sitio y a éste del lugar.
Si es cierto que lo humano no le habla a las cosas sino que nosotros somos hablados por ellas, entonces podríamos comprender y comprendernos a través de estas imágenes en algo del lamento de ciertos cimientos y sus emplazamientos, a los que muy paulatinamente podríamos extirparles una nueva vida que sigue queriendo de sí.
Una manera de estar dispuestos a la nueva tarea del por-venir.
Tras el acto formal de inauguración La Nueva Radio Suárez, presente en el lugar, entrevistó a Sonia Gómez, quien detalló la actividad cumplida como así también la programación que con gran esfuerzo se extenderá hasta fin de año, renovando visitas calificadas, dictando talleres y apostando siempre a la creatividad desde la amplia gama de artes que funcionan en Coronel Suárez, más el enriquecimiento con los visitantes que aportan experiencia y renovados talentos.