Seis jueces federales son los candidatos a quedar a cargo de la investigación por presunto lavado de dinero en el caso Hotesur tras el apartamiento de Claudio Bonadio. El expediente será sorteado mañana entre los magistrados que están de turno en la segunda quincena de julio.
Se trata de María Servini de Cubría, Sebastián Ramos, Daniel Rafecas, Ariel Lijo, Norberto Oyarbide y Rodolfo Canicoba Corral.
Ramos, del juzgado federal 2, es el más nuevo de los seis. Fue nombrado en 2013 y mantiene un bajo perfil. Por su parte, Servini de Cubría, una de las que marca su impronta, es una magistrada con experiencia y tiene en sus manos el juzgado electoral con el cual retiene un amplio poder. La jueza tiene a su cargo la causa por supuestos desmanejos de dinero en el Fútbol para Todos, y hace pocos días jugó fuerte al nombrar a veedores en la Asociación del Fútbol Argentino.
Por su parte, Rafecas fue protagonista este año por haber archivado la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman en contra de la Presidente Cristina Kirchner, y el canciller, Héctor Timerman, entre otros, por el presunto encubrimiento de los iraníes sospechados de volar la AMIA en 1994. Su decisión generó fuertes críticas de la oposición aunque recibió hace semanas una buena noticia a raíz de un proceso por presunto mal desempeño que se le había achacado en la investigación que hizo años atrás por los soborno en el Senado durante la gestión de La Alianza.
Lijo fue el juez que procesó en funciones a un vicepresidente de la Nación -Amado Boudou- por hechos de corrupción. Luego de citarlo a indagatoria, lo procesó por cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública. Incluso, persiste en su juzgado una causa por presunto enriquecimiento ilícito en contra de Boudou y su familia. Es uno de los jueces a quien le reconocen una gran influencia entre sus pares.
Sobre Oyarbide mucho se escribió y dijo. Más aún cuando sobreseyó al matrimonio Kirchner en una causa por enriquecimiento ilícito. Si bien es un hombre con un alto perfil, en los últimos meses pasó desapercibido en Tribunales. Por sus manos, pasaron investigaciones resonantes como la "mafia de los medicamentos" o las escuchas telefónicas que vinculaban al macrismo (esta última hoy en poder de Casanello).
Canicoba Corral por su parte fue señalado como una suerte de intermediario entre el kirchnerismo y sus pares, cuando hace meses Comodoro Py era un polvorín donde a diario se conocían malas noticias en contra del Gobierno. Algunos atribuyen su conducta al hecho que su hijo fuese nombrado juez en San Martín. Por el momento, el magistrado de larga trayectoria judicial, tiene en sus manos la causa por lavado de dinero contra la familia del fallecido fiscal Nisman y elempleado informático Diego Lagomarsino; y otra en contra del ex agente de la SIDE Antonio Stiuso, acusado por ocultar información en la investigación del atentado a la AMIA.
Fuente: Infobae.