Nada, ni nadie, parece detener el número de accidentes que se suceden en los 122 kilómetros entre Coronel Pringles y Bahía Blanca, un tramo que se encuentra en pésimas condiciones de transitabilidad.
El dato no es menor a poco de analizar la estadística de los últimos meses: se produce un accidente cada 10 días; desde 2011 a la fecha han fallecido 28 personas (casi 6 por año) y en los (casi) seis primeros meses del año se ratifican los promedios dramáticos de 2014 en accidentes, heridos y muertes.
No hacen faltan los relevamientos para comprobar el estado de la calzada, ya que la ausencia de mantenimiento, para una ruta que se hizo en forma integral en 2007, denota metro a metro las deficiencias.
Las cifras extraoficiales de casos fatales, elaboradas por "La Nueva.", no parecen acelerar los procesos de reparación de calzada ni de reconstrucción de banquinas para evitar descalces, que son las mayores dificultades que deben sortear automovilistas, camioneros, motociclistas y conductores de ómnibus al adentrarse en la RP 51.
La licitación de las obras ya lleva más de un año de retraso y nada indica que, en lo inmediato, puedan iniciarse para poder evitar los accidentes cada vez más anunciados en las crónicas.
Los sectores más complejos, y que se encuentran en peores condiciones, son El Despeñadero, alrededor del kilómetro 643 y en el acceso a El Divisorio (650), así como apenas saliendo desde Coronel Pringles (kilómetros 620 a 632).
En cuanto a las características, claramente los vuelcos son mayoría. Considerando los años 2013, 2014 y lo que transcurre de 2015, de 66 hechos, 41 de ellos (62%) fueron vuelcos.
Fuente: La Nueva