El miércoles por la mañana, en la sede del Instituto de Formación Docente Nº 48, se llevó a cabo un acto con mucha calidez, donde se recibió formalmente a la Profesora María Esther Fregenal, quien acaba de donar su biblioteca personal consistente en más de mil libros técnicos con los que fue estudiando a lo largo de su carrera docente.
En la oportunidad también quedó impuesto el nombre de “Jorge Saraví Riviere” a un sector de la biblioteca de la institución educativa terciaria, quien fuera maestro de docentes, sobre todo del área de Educación Física.
Además algunos de los muchos cassettes que donó la Lic. María Esther Fregenal serán entregados a la Biblioteca Parlante y a la Biblioteca del Barrio San Cayetano.
“Yo soy colega de ustedes. Soy vieja, pero creo que nunca me voy a poner vieja porque sigo muy curiosa”, así empezó su discurso la Lic. Maria Esther Fregenal.
Explicó que “todos estos libros –señalando su donación, su biblioteca personal- son fruto de mi curiosidad. Siempre tuve curiosidad por saber más. Jorge Saraví Riviere fue mi maestro, pero no solo aprendí técnicas y pedagogía, sino que aprendí vida”.
“Yo digo que es mi maestro profesional y mi maestro de vida. Todo lo que ustedes van a hacer se multiplica cada año en 40, 50 mil chicos. Todo, cada palabra que ustedes van a decir. Yo les sugiero, humildemente, que sean muy honestos y que nunca se olviden de la sensibilidad. A los chicos y a ustedes les gustaría cosas que no saben que les gustaría”.
“Yo fui más de 20 años profesora en el Romero Brest, en Buenos Aires. El primer día daba la clase que tenía preparada y sobre el final les proponía que se cruzaran de brazos y les leía una poesía. Al principio los alumnos se miraban pensando seguramente que estaba loca. Para el cuarto o quinto día, que no les leía, eran ellos los que me reclamaban la lectura de la poesía. Otras veces los invitaba a visitar el Museo de Bellas Artes, según el tema que tratábamos, al principio me decían que no, porque no entendían sobre esos cuadros raros. Cuando volvían resulta que les había gustado la visita. Ellos no sabían que les iba a gustar. Todos nosotros, me incluyo, hay un montón de cosas que no sabemos que nos van a gustar, entonces tenemos que ser curiosos. En estos libros míos, los cuales los traje acá porque creo mucho en estas ciudades de perfil bajo pero con mucha profundidad, ustedes van a tener la curiosidad suficiente como para llegar muy profundamente. No se olviden de la curiosidad y de la profundidad. Y cuando ven al cartelito ‘Jorge Saraví Riviere’ acuérdense que fue un gran maestro que honró la vida en serio”.
A su turno, luego de entregarle presentes, la Directora del establecimiento, Profesora Andrea Garralda, le agradeció “en nombre de toda la comunidad educativa del Instituto Nº 48. Si bien esta cantidad de libros que hemos recibido venían para el Profesorado de Educación Física, son tan amplios que realmente es un enriquecimiento para la biblioteca de todos los profesorados”.
“Agradecemos este desprendimiento. Para los que amamos los libros sabemos lo que significa desprenderse de algo que uno adquiere con mucha pasión. Es un acto de muchísima generosidad y también de mucha confianza. Agradecemos la confianza que ha tenido en nosotros, los vamos a cuidar y los vamos a aprovechar. La donación de libros es un acto de transmisión de cultura, de objetos muy preciados. Nos comprometemos a cuidarlos, distribuirlos, para que otros puedan leerlos y enriquecerlos”.