Se presentó en Coronel Suárez la obra “Un nuevo despertar”. Está preparada por un grupo de teatro que dirige Andrés Rinaldi, policía jubilado y quien se ha dedicado a realizar obras de teatro educativas.
En la presentación de la mañana del martes, que se llevó a cabo en el SUM de la Escuela Nº 7, decenas de adolescentes y jóvenes siguieron el desarrollo de una puesta en escena que los emocionó, a algunos hizo llorar, a otros reconocerse en los personajes y a todos les generó cuando menos la reflexión en torno a lo perjudicial de consumir drogas.
Por la noche, en el Mercado de las Artes, la misma obra para los padres, implicando una revisión en torno a ausencias y olvidos en la función de atender las demandas y necesidades de los hijos, especialmente a aquellas que hacen a su formación como personas.
La obra de teatro también se presentó en la localidad de Huanguelén, en la Secundaria Nº 3, con una numerosa presencia de alumnos y profesores.
Consultado el Director Andrés Rinaldi, recordó que otras veces había estado en Coronel Suárez presentando una obra sobre los tehuelches.
“Siempre estuve componiendo obras, intentando dejar un mensaje, buscar la parte que no se conoce en los libros convencionales para poder darle a los chicos. Como por caso hacer obras de los buenos próceres, como Belgrano, San Martín, Moreno, Güemes. Después busqué la temática de los aborígenes, no hablando de sus sufrimientos, sino hablando de lo que nos dejaron como ejemplo. Así hice ‘Volver al corazón de los tehuelches’”.
Recordó que en la Policía de donde está jubilado hace 9 años era “Jefe de Investigaciones Técnicas, o Científica como se llama ahora. Tenía que ir a lugares donde había siempre víctimas. Ahí empecé a mirar la cantidad de jóvenes y chicos que estaban en adicción, después me pasaron unos datos que no salen mucho a la luz. Fue aterrador saber la cantidad de jóvenes con esta problemática en el país. Y cuando empecé a andar las localidades y llegaba a poblaciones de 400 habitantes, con más de 20 pibes en adicción, me di cuenta que el problema es serio”.
Consideró que la problemática de las adicciones “es seria desde todo ámbito: gubernamental, las instituciones (algunas trabajan, otras no), me di cuenta que el 95% de las adicciones nacen de la casa; padres separados, padres que hoy compiten con sus hijos, padres que los amigos de la hija son amigas del padre o de la madre. Esto trae una gran problemática. Somos una sociedad enferma. El padre y la madre necesitan dos trabajos. No podemos ocuparnos de los chicos. Y afuera cada vez está peor. Nadie habla de lo que es la droga, hay gente que no se anima o no se mete por represalia. Es un conjunto de cuestiones, que lo que hicieron que quien pierda es el chico. Por este motivo decidí hacer esta obra, que al principio estaba pensada sólo para los chicos y que es necesario hacerla también para padres. En la obra hay un fuerte chirlo en la cola a los padres”.