Atrás
El Lic. Matías Cadaveira y el Dr. Claudio Waisburg, especialistas en Autismo disertaron en nuestra ciudad.

 

Fueron invitados por “Contando la Ciencia” expresaron en conferencia de prensa que hay que sacarse la culpa de lado y actuar, siguiendo el asesoramiento adecuado.
Sugieren un enfoque multidisciplinario y explican que el acompañamiento familiar es clave.
“Hay que dejar en claro que los padres NO son los culpables de las condiciones del espectro autista que presentan sus hijos. Hay que saber orientarlos en todo momento”.
“Defendemos las integraciones escolares hasta que les resulte favorable; si es perjudicial para él y su entorno, proponemos otros sistemas educativos. Pero más allá del avance o no de acuerdo a sus capacidades cognitivas, la integración de la diferencia tiene que estar. Y eso tiene que ver con ponerse en el lugar del otro: si le exigimos al chiquito adaptarse a la "normalidad", nosotros debemos hacer lo mismo con ellos y con cualquier tipo de discapacidad”.
“Si nos quedamos con que un colegio no tiene proyecto real y serio porque no tiene formación el equipo de docentes, nos quedamos de brazos cruzados”.

El sábado pasado en la Unidad Académica Dr. Julio César Lovecchio de Coronel Suárez los profesionales Lic. Matías Cadaveira y el Dr. Claudio Waisburg de la Fundación INECO respondieron a diferentes consultas de los medios locales previo a la conferencia publica y entre varias expresiones manifestaron:
"El autismo se encuadra en los trastornos generalizados del desarrollo (TGD) y para definirlo es necesario observar tres grandes áreas neurológicas afectadas: la comunicación y lenguaje (chicos que no tienen habla), la integración social (no interactúan con sus pares, no tienen contacto visual, no logran ponerse en el lugar del otro) y el área de las conductas restringidas o estereotipadas (hacen movimientos reiterados con las manos, rituales para pasar de un ambiente a otro)"
“El mayor problema de los padres de niños con cualquier necesidad terapéutica especial es enfrentarse a un hijo que les presenta un real desafío. Dicen que nadie nació con un manual de cómo ser padre debajo del brazo, así que mucho menos con el de cómo ser padre de un niño con TEA. Es difícil, al principio muy doloroso (porque es como si se viviera el duelo del hijo esperado, del hijo no nacido, ya que siempre se espera que los hijos nazcan “sanitos”), eso es innegable”
“Hay que acompañar muchísimo a las familias. Los psicólogos se tienen que hacer presentes más que nadie en esta instancia. Pero, desde un lugar práctico y no lamentándonos con ellos, instalándolos en el lugar de la no-acción y la victimización”.
“Hay que dejar en claro que los padres NO son los culpables de las condiciones del espectro autista que presentan sus hijos. Hay que saber orientarlos en todo momento”.
“Cada niño, cada persona con algún trastorno del espectro autista o trastorno del desarrollo tiene un perfil único de fortalezas y necesidades individuales, relaciones familiares y habilidades funcionales de desarrollo, aunque compartan un mismo diagnóstico sindromático (por ejemplo: autismo, síndrome de Asperger, trastorno generalizado del desarrollo no especificado, déficit de atención, etc.). Es este perfil único de cada niño el que debe comandar el plan terapéutico por sobre el diagnóstico”.
“No existe un único tratamiento para el autismo. Aunque haya múltiples investigaciones y estudios con validación empírica que prioricen unos sobre otros, no podemos decir que el mejor tratamiento para el autismo es A o B. Lo que sí sabemos es que el mejor tratamiento para el autismo debe combinar varias disciplinas: psicología, fonoaudiología, psiquiatría, neurología, psicopedagogía, terapia ocupacional, terapia física, integración escolar o educación especial, orientación y psicoeducación a padres, entre otras”.
Ante la pregunta: ¿Pueden los niños ir a escuelas convencionales?
“Hay chiquitos que sí, otros que no. Tratamos de ser objetivos. Y defendemos las integraciones escolares hasta que les resulte favorable; si es perjudicial para él y su entorno, proponemos otros sistemas educativos. Pero más allá del avance o no de acuerdo a sus capacidades cognitivas, la integración de la diferencia tiene que estar. Y eso tiene que ver con ponerse en el lugar del otro: si le exigimos al chiquito adaptarse a la "normalidad", nosotros debemos hacer lo mismo con ellos y con cualquier tipo de discapacidad”.
“Claro, que para esto es imprescindible la capacitación. Los docentes plantean que no hay capacitación, pero yo en la facultad tampoco tuve formación en autismo. Si nos quedamos con que un colegio no tiene proyecto real y serio porque no tiene formación el equipo de docentes, nos quedamos de brazos cruzados. Recién ahora se incorporó en el plan de estudios docente la educación especial y las necesidades educativas especiales, pero si no salimos a buscar y hacer formación más intensiva toda la institución educativa, nos quedamos de brazos cruzados. Eso también tiene que ver con cada uno”.

 
 
- - La Nueva Radio Suárez - - 101.3 Mhz. - - LRM 818 - 02926-430005 - -