En el día de ayer tuve la oportunidad de llegar hasta el puente roto del arroyo Pillahuinco de la Ruta 85, camino a Coronel Pringles.
Sin pretender ser un entendido en el tema, porque no lo soy de ninguna manera, sí quisiera como usuario vial y como ciudadano que paga sus impuestos compartir con Uds. algunas consideraciones desde el punto de vista de “sentido común” y de mi experiencia sobre las características que tienen los arroyos que bajan desde las sierras.
Como es de público conocimiento, se hizo un vado paralelo al puente roto para dar paso a los vehículos mientras se construye un puente nuevo.
Sólo voy a enumerar 5 cosas que “no me cierran”, ojalá los profesionales que intervinieron tengan sólidos argumentos técnicos, que refuten mi comentario.
Todo vado tiene su correspondiente subida y bajada, y en el centro de su recorrido su nivel más bajo, para que el agua cruce justamente por ahí. No es este el caso, se construyó un verdadero playón, sin nivel para ningún lado.
Además se construyó por lo menos 80 cm. por encima del nivel actual del arroyo, cosa que va a ocasionar un verdadero dique, inundando gran parte del campo aledaño “aguas arriba”.
El agua, al encontrarse con ese impedimento, lo primero que va a buscar es pasar por los costados del playón, erosionando la entrada y salida del mismo.
No se hizo en el centro del cauce, está desplazado sobre un costado, cosa que facilitará que el agua trate de esquivarlo.
Se amuraron en el cemento, a ambos lados, unos caños que supongo que servirán para colocar una especie de guardarais. Los que conocemos como bajan de las sierras este tipo de arroyos cuando llueve mucho sabemos que el agua viene con mucha fuerza arrastrando ramas, raíces y a veces plantas enteras. Como se imaginarán esos caños van impedir la pasada de dichas plantas entorpeciendo de este modo el normal escurrimiento del agua.
La obra ya está hecha, los invito a corroborar lo que acabo de expresar y, como dije, espero que mis apreciaciones estén equivocadas, para evitar que el Estado una vez más vuelva a gastar mal el dinero de la gente.
Cordialmente, Alberto Fernández. DNI 13.323.072.