Boca y River se tenían que volver a encontrar en Córdoba para jugar un nuevo "Superclásico", que en este caso iba a tener mucha polémica porque ambos se verían después de lo que fue el caliente cruce por la Copa Libertadores de América, que derivó en la descalificación del "Xeneize" y el pasaje del "Millonario" a los Cuartos de Final por decisión de la Conmebol, luego de que sus jugadores fueran agredidos con gas pimienta desde las tribunas antes de jugar el segundo tiempo.
Rodolfo Arruabarrena iba a ir con lo mejor y Marcelo Gallardo también, pero el "Vasco" no lo quería jugar y el "Muñeco" tampoco tenía intenciones, porque el clima iba a estar muy caldeado, debido a que ambos técnicos discutieron, los dirigentes quedaron en malas relaciones y los futbolistas, sin expresarlo públicamente, también por todo lo sucedido aquella noche de mayo en la que el partido más importante del mundo fue noticia mundial por el bochorno y el escándalo sucedido.
Todo estaba dado, después de muchas dudas, para jugar el martes a las 19 en el Mario Alberto Kempes. Sin embargo, como ese día hay paro nacional (ya estaba confirmado hace bastante tiempo y por eso en un momento se pensó en el miércoles 10) se optó por suspenderlo. Esto lo confirmó el Presidente de la Liga Cordobesa de Fútbol, Emeterio Farías, quien manifestó: "El encuentro fue suspendido y, en principio, se jugará el 10 de octubre". Esto a través de Guillermo Toffoni, promotor del evento.
Fuente: Infobae.