Consultado Guillermo Zila, integrante de la empresa, explicó algunos detallas que faltan para concluir esta obra de recuperación de un edificio histórico.
“Hay muchas cosas que se han visto con las fotos que se han estado publicando. Si uno no hace un relevamiento constante no puede verse lo que queda detrás, que eran todos esos vicios ocultos de los que hablamos en la nota anterior. Ahora hay anclajes por todos lados, más de 130. Los anclajes sujetan todas las piezas ornamentales desde tamaños de 5 kilos hasta tamaños considerables, que superan los 100 kilos. Por ejemplo, el mascarón superior, por el volumen de la masa, está cerca de los 4 mil kilos. Hemos reparado todo eso. Ahora estamos rectificando todas las líneas, los llamados cortes de piedra. Queda muy poco, estamos en los últimos trabajos”.
Aclaró que “quedan los laterales, que es la continuación de la fachada, que no está contratada, y está el contrafrente, que está en condiciones similares de deterioro a lo que estaba el frente”.
Indicó que los adornos del contrafrente son exactamente igual a los del frente, pero están ubicados a partir de la segunda planta. El edificio en la segunda planta es liso, carente de adornos.
Sobre lo que resta expresó que “estuvimos en tratativas y se hizo un documento por el tema de lluvias y el mal clima del que no somos dueño. El año pasado hubo mal tiempo, lo que nos retrasó bastante. Hemos trabajado con humedad y con lloviznas. También hay que considerar que los materiales tienen un tiempo de curado, secado, endurecimiento o fragua y hay que respetarlo”.
La reparación de la fachada y el contrafrente no esta contratado, “hay interés en repararlo, restaurarlo, pero todavía no está contratada esta obra”.
La empresa Zila realizó un informe de la restauración que habría que hacer en un monumento histórico de la ciudad, el Mástil Patrio, que tiene notable proceso de deterioro. Pero todavía no hay presupuesto para esta obra.