Fernandez, originario de Mendoza, pero que ahora vive en Bahía Blanca. Carabajal de Tucumán, pero desde hace varios también en Bahía Blanca, desde su juventud, prácticamente. Son veteranos de guerra, que participaron también en otro conflicto que tuvo el país, el del canal de Beagle. “Estuvimos desde diciembre del 78 a marzo del ´79”.
Fernández recordó que estuvo destinado en Darwin y San Carlos “donde entramos en combate”, y señalando una cruz original del cementerio de Darwin indicó “pueden ver la cruz de mi jefe, teniente Estevez, quien junto con el teniente coronel Seineldin, estábamos en el mismo regimiento”.
Y mencionando los milagros de la Virgen del Rosario, que se siguen produciendo hoy día para los ex combatientes de Malvinas, comentó que “después de 33 años, hoy en este acto, me encontré con un compañero que estuvo junto conmigo combatiendo en San Carlos, y después no nos vimos nunca más. Él pertenecía al Regimiento 12, yo al 25 y hoy nos encontramos en este hermoso acto, aquí en Coronel Suárez. Estoy feliz por habernos vuelto a encontrar”. Ambos estaban en la puerta de ingreso al parque Héroes de Malvinas, y a pesar que han pasado 33 años sin verse.
Sobre Malvinas, indicó que “nosotros somos de otra generación, desde el primer grado hasta el último nos enseñaban que las Islas eran argentinas, sabíamos que su suelo era la turba. La habíamos estudiado siempre. Sabíamos bien que eran nuestras. Reencontrarnos en su suelo, recuperarlas, fue algo grandioso, y combatir con una potencia mundial, todos jóvenes, sin miedo, con mucho coraje, fue una emoción muy grande. Ver la bandera flamear en Puerto Argentino, ir a Darwin y tomarlo también”.
Sobre Estévez, Carabajal dijo que “fue mi instructor. Soldado como Estévez y muchos otros, nos deben llenar de orgullo. No hubo chicos de la guerra. Hubo hombres combatiendo. Esa es la realidad. Nosotros somos hombres de comunicaciones, sin comunicaciones no hay guerra. Somos de perfil bajo, no figuramos en ninguna lista prácticamente. No sé porqué será, nadie nos tiene en cuenta. Pero la guerra se hizo y combatimos hasta lo último, gracias a las comunicaciones, porque sin comunicaciones no se puede. Fuimos la primera unidad que desembarcó junto con la Compañía C, de Infantería 25, la que se preparó para recuperar nuestras islas. Es para nosotros un honor pertenecer a esta unidad y un honor haber desembarcado con semejante unidad”.