Los días 12, 13 y 14 de mayo se desarrollaron en la Escuela Agropecuaria de Coronel Suárez auditorías externas a cargo del Ing. Moguillanes, auditor del ente certificador noruego DNV.
Al finalizar la actividad de auditor, y evaluando todo lo recogido en la mencionada auditoría, más la evaluación de las evidencias presentadas, se aprobó nuevamente la certificación de calidad educativa para la Escuela Agropecuaria, lo que fue una noticia espectacular para docentes, padres, alumnos y toda la comunidad educativa que desde el año 2009, y a partir del proyecto Alfredo Hirsch, están trabajando con mucho compromiso en esta propuesta.
El viernes por la mañana La Nueva Radio Suárez habló con la Directora del establecimiento educativo, Silvia Kolonskiy, y también con quien es la representante del sistema de gestión de calidad educativa, la Preceptora Viviana Naomik.
Silvia Kolonskiy dijo, al principio de la entrevista, que “estamos de festejo, estamos muy felices, porque nuevamente permanecemos en el sistema de gestión de calidad educativa. La logramos por primera vez en el año 2009, el certificado tiene una duración de 3 años. Anualmente hay certificaciones de mantenimiento. Este año íbamos a un desafío muy grande, porque era como volver a empezar otra vez con el sistema. Y lo logramos gracias a Dios, gracias al esfuerzo de cada uno de los profesores, del personal en general, de todos los que pusieron su granito de arena para que esto siga en marcha y siga la filosofía del sistema que es la mejora continua”.
Preguntada en torno a cuáles fueron las causas para lograr nuevamente la calidad educativa, dijo que “este sistema de gestión busca fundamentalmente las evidencias. El lema es: hacer lo que se dice, decir lo que se hace y mostrar con evidencias claras. En las auditorías externas el auditor toma una foto de un determinado momento y nos pide documentación que nos permite darnos cuenta de nuestras propias debilidades y a partir de las mismas mejorarlas a través de acciones correctivas preventivas. Lo logramos porque cada uno de nosotros está poniendo el compromiso, el corazón, está poniendo el alma en la mejora de la calidad educativa en beneficio de nuestros alumnos. Es un sistema de gestión no muy fácil de implementar en las escuelas públicas, nos cuesta mucho más que en las escuelas privadas, pero si se quiere se puede”.
Destacó que “solos no se puede hacer, si no hay un equipo de trabajo, si no hay un objetivo de calidad, no se puede hacer. Este es un trabajo totalmente en equipo, si alguno de los engranajes falla, falla el producto. En nuestro caso el producto es humano, son los alumnos, por eso el mayor desafío de trabajar en conjunto por el bien de ellos”.
A su turno Viviana Naomik se manifestó estar más tranquila, más relajada, “después de haber esperado esto como el nacimiento de un hijo y con la incertidumbre de estar frente a un evaluador nuevo, que nunca conocimos. Fue como rendir una materia muy difícil, con un profesor que no conocíamos. Pero las cosas se hicieron dentro de todos nuestros esfuerzos, hasta el máximo donde podíamos evidentemente, sino no hubiéramos tenido el resultado que tuvimos. Estamos muy conformes, satisfechos por la participación y el compromiso de la gente”.
Informó que su rol, como representante del sistema de gestión de calidad educativa, “es hacer una especie de seguimiento continuo durante todo el año, verificando en los distintos sectores donde hay posibles falencias que pueden afectarnos. Por ahí funciona muy bien, pero podemos lograr que funcione aún mejor. El objetivo es encontrar los errores o las dificultades para trabajarlas, solucionarlas, y a su vez evitar que vuelvan a suceder. Implica una gran comunicación con todo el equipo, con todos los que conformamos la escuela”.
Nuevamente, entonces, la Escuela Agropecuaria certificó calidad educativa bajo normas internacionales ISO 9001-2008, lo que es un orgullo para el establecimiento y todos lo que lo conforman, pero también para toda la comunidad.
¿Cómo se logró esa certificación?
El Proyecto Alfredo Hirsch es un emprendimiento organizado por la Fundación Bunge y Born, financiado por Claudia y Octavio Caraballo y coordinado por Patricio Ferrario. Destacados educadores como Alfredo van Gelderen, Inés Aguerrondo, Mariano Narodowski, Susana Avolio de Cols, Juan José Llach, Fernando Vilella, Emilio Satorre, han dictado capacitaciones destinadas a los docentes de las escuelas seleccionadas.
El proyecto comenzó en 2007 y desde entonces viene desarrollándose cumpliendo las pautas y objetivos propuestos.
Las escuelas certificadas son Línea Cuchilla (Misiones), Barreal (San Juan), Monte Buey (Córdoba), Jovita (Córdoba), Inchausti (Bs. As.), Coronel Suárez (Bs. As.), Monte (Bs. As.), Bahía Blanca (Bs. As.) y Tres Arroyos (Bs. As.).
1) ¿Cuáles son las herramientas de ese proyecto?
Son varias y no se limitan a la aplicación de la norma ISO 9001. Podemos enumerar las capacitaciones a cargo de expertos nacionales e internacionales, la creación de una Red de Capacitación a distancia completamente gratuita para los docentes de las escuelas certificadas, el Encuentro Anual de Escuelas, el otorgamiento de becas para alumnos carenciados, el asesoramiento permanente al equipo directivo, las evaluaciones externas anuales de Lengua, Matemática y Producción Agropecuaria, las auditorías cruzadas entre escuelas certificadas, el financiamiento de proyectos de mejora… No existe en el mundo otra experiencia similar que abarque e integre todas las herramientas señaladas.
¿Qué es una norma ISO? ¿Quién dicta esa Norma? ¿Cómo se controla y se certifica?
ISO es un organismo internacional que tiene sede en Ginebra (Suiza). Su función primordial es dictar y revisar normas internacionales, logradas entre los más de 150 países que lo integran. Dentro de las normas dictadas, la 9001 establece las pautas para certificar un sistema de gestión de calidad. Dado que ISO no controla el cumplimiento de las normas que elabora (solo dicta esas normas), existen entes certificadores internacionales que se encargan de auditar y certificar el cumplimiento de las pautas establecidas por ISO. En el caso de nuestra escuela, la Fundación Bunge y Born contrató al ente de origen noruego Det Nörske Veritas (DNV), con más de cien años de experiencia en la materia y uno de los certificadores líderes en el mundo.
No fue un regalo ni un premio obtenido en un concurso escolar; fue y sigue siendo el compromiso de cada uno de los integrantes de la Escuela Agropecuaria Coronel Suárez de apostar a una educación que apunta a mejorar día a día la calidad educativa en beneficio de nuestros alumnos.