El Día del Trabajador amaneció nublado. El cielo amenazaba con romper en una tormenta y el Servicio Meteorológico había emitido un alerta por posible caída de granizo. Pero el diluvio nunca llegó. Pasadas las 17, más de dos tercios de la cancha estaban llenos. Recién entonces empezaron a caer unas pocas gotas. Unos minutos después salió al escenario la banda de cumbia Los Totora.
Un rato después subieron Los Palmeras con su hit "Bombón asesino". Aunque la mayoría de los políticos prefería quedarse en la zona VIP reservada para quienes tenían un lugar con su nombre sobre el escenario, algunos se animaron a salir a bailar. Subido a una silla, el intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, agitaba una bandera al ritmo de la música. Más medida, la precandidata a gobernadora bonaerense Mónica López seguía el show desde un costado y marcaba los compases con el pie.
La convocatoria estuvo apuntalada por el poder de movilización de intendentes y dirigentes sindicales. Los cientos de micros utilizados para el traslado consiguieron colapsar el barrio de Liniers. Adentro de la cancha, un dirigente de la Tercera Sección aseguraba haber tenido problemas para conseguir los ómnibus que necesitaba porque un hombre del kirchnerismo había reservado la mayoría. Pequeñas zancadillas de la política conurbana.
Aunque Luis Barrionuevo no fue visto por el lugar, su CGT Azul y Blanca se encargó de aportar una frondosa columna al acto. La CGT opositora de Hugo Moyano también estuvo representada a través del sindicato de trabajadores de peajes que conduce su hijo Facundo. Aunque no formalizaron su apoyo a ningún candidato, los maquinistas de La Fraternidad también enviaron una pequeña delegación.
En las tribunas, un par de personas repartía papelitos con la letra de una nueva canción. Para pasar la espera, un grupo de militantes trató de cantarla: "Cristina, decime qué se siente, // sacarle plata al trabajador. // El impuesto a las ganancias, // el salario familiar, // esas cosas no se olvidan nunca más". Después de un par de intentos terminaron por desistir. No hubo forma de sincronizar el ritmo y la letra.
Para escapar de la persistente llovizna que humedecía la espera, Antonio Sola, asesor estrella de la campaña del Frente Renovador, se refugió debajo de una de las plateas, justo frente a la puerta de la sala de periodistas. Pero fueron pocos los que lo reconocieron. A diferencia de su colega y rival Jaime Durán Barba, el campanólogo español opta por el bajo perfil. "Acá está el Sola bueno", lo saludó uno de los pocos periodistas que advirtió su presencia. "Eres el primero que se da cuenta", le respondió el asesor con una carcajada. Para que sus palabras no fueran malinterpretadas, a continuación elogió el trabajo de su tocayo, el ex gobernador bonaerense Felipe Solá.
Fuente: Infobae.