Un gran movimiento se estuvo registrando en las últimas horas en la esquina del histórico Mercado Municipal de las Artes de maquinarias y personal municipal, abocados a eliminar los incómodos canteros que se fueron construyendo en los últimos años en torno de los inmensos árboles que rodean por Brandsen y Lamadrid la sede cultural.
La enormidad de los canteros provocaba constantemente la queja del vecindario porque era imposible estacionar, los automóviles golpeaban sus puertas contra la estructura de cemento, achicaban los espacios para la circulación y el acceso del público para los eventos culturales y presumiblemente, ahora que existe una bodeguita, también le resta espacio para las mesas que se ubican en las veredas durante las noches del verano.
Pero en realidad, como se dijo en su momento, eran verdaderamente adefesios los que se habían construido en un edificio emblemático y que en los últimos tiempos, para beneplácito de todos, ha tenido un buen mantenimiento, una tarea de transformación y preservación de su aspecto arquitectónico tradicional, lo cual los canteros nada tenían que ver con su fachada y encima originando múltiples inconvenientes.
Ahora el edificio posiblemente tendrá otras modificaciones en sus dependencias, ya que ha quedado todo disponible para la actividad cultural, ya que las oficinas de Inspección se reubicaron, a pedido del Instituto Cultural, en la calle Sarmiento y solo resta el traslado de la Dirección de Deportes, que demandará algún tiempo mas ya que tendrá como destino futuro el Polideportivo Municipal.
Pero para sorpresa de los suarenses comenzaron a sacar los canteros