El jueves por la mañana se inició en la Sociedad Rural el curso organizado por el INTA Coronel Suárez sobre actividad tambera, que tiene alrededor de 10 jornadas en total, todos los jueves a partir de ahora, y donde se contará con la presencia de diferentes capacitadores.
En la jornada estuvo el Ing. Nelson Gibelli, del INTA Pigüé y quien es especialista en el tema de trabajo en equipo.
Sobre la temática explicó que “esta jornada es la primera de una serie que conforman esta capacitación sobre producción tambera”.
Consultado sobre lo que implica el trabajo en equipo y su relación con el tambo, dijo que “en la producción tambera si no se trabaja en equipo no existen los resultados. Recién estuvimos analizando que hay tambos grandes y otros pequeños. En el tambo grande analizamos la cantidad de gente que interviene”.
El profesional amplió señalando que “supongamos un tambo con más de 100 o 200 vacas en ordeñe. También en un tambo pequeño, donde si bien está una persona sola tomando decisiones está rodeado de un montón de personas que dependen del resultado del tambo: la familia, el proveedor de insumos, la fábrica a la que le entrega la leche, por lo que necesariamente se tiene que trabajar en equipo. Es más, creo que la gente de tambo es la que está más preparada para trabajar en equipo, necesariamente. En la medida que aumenta la complejidad del tambo aumenta la sofisticación que se necesita a lo que hace a metodología para trabajar con la gente. En realidad todos somos seres humanos y tenemos las mismas inclinaciones, tendencias, límites, preocupaciones, cualquiera sea la actividad que se desarrolle. Lo que hemos desarrollado hoy sirve no solamente para la actividad laboral, sino también para la vida”.
Consultado en torno a los límites que nos solemos poner en la relación con otras personas, manifestó el Ingeniero Gibelli que “si hay alguien que pone límites no es el otro, normalmente es uno quien se los pone. Esto tiene que ver con prejuicios, la visión que se tiene a futuro, el temor al cambio, los miedos a cambiar”.
“Hay una disciplina que se llama programación Neurolingüística, que dice que cada uno tiene su mapa de la vida en función de cómo ha vivido y las influencias que ha recibido, las cosas que le han pasado. Cada uno se ha hecho un mapa de cómo es la vida. Pero a su vez el mapa no es el territorio. El mapa es un dibujo, el territorio es otra cosa, es donde yo voy andando. La vida no es como el mapa que tiene uno, por eso tiene que ir haciendo adecuaciones, incorporaciones, disponerse a los cambios. Ahí es donde empieza el problema”.
“Dejar de creer que mi mapa es el mapa de todos, porque esto no es así. ¿Quién es el que está cuerdo para decir que el otro está loco? Ahí es donde empiezan los temas de la comunicación y las relaciones humanas. En la medida que entienda que los mapas de otros no son iguales al nuestro se puede intentar aproximarnos, y ver cómo se pueden resolver los problemas. Esa es la esencia del trabajo en equipo”.