El Médico especialista en Ginecología, que hace unos años formó su familia y vive en la ciudad de Coronel Suárez, está en estos días participando en Mendoza capital de los Primeros Juegos Nacionales para Deportistas Trasplantados.
Cristian Goya ha logrado hasta ahora en esta competencia una medalla de plata en tenis. Pero más allá del medallero que obtenga cuenta con la compañía de su madre, quien es una auténtica luchadora y promotora del CUCAIBA por la cuestión de los trasplantes y de una amiga de ambos, Marta, que donó los órganos de su hijo cuando este falleció. Además está teniendo la oportunidad de contactarse con muchas otras personas que, como a él, la vida les ha dado una segunda oportunidad, a partir del acto generoso de la donación de órganos. El Dr. Cristian Goya es paciente trasplantado de corazón y tiene además un autotrasplante de médula ósea.
Comunicado con él a través del teléfono, en momentos en que se preparaba para el torneo de dobles, expresaba que “este es el primer juego en el que participo. En realidad se hacen por primera vez los juegos para Deportistas Trasplantados y este es el clasificatorio para el mundial que se va a llevar a cabo en Mar del Plata, por primera vez este año en Argentina y Latinoamérica”.
Sobre lo que implica su participación en estos juegos dijo que “es importante encontrarse con gente que ha pasado por lo mismo. Son todas historias de vida interesantísimas. Yo estoy compartiendo con tres uruguayos que vinieron a jugar también. Son todas historias muy particulares y hay mucha fraternidad. Compartimos cómo vamos en la salud, pero también cómo ha cambiado nuestro estilo de vida en la mayoría de nosotros. Ese es el punto común, cómo hay un antes y un después en determinadas situaciones”.
Comentó que este presente “es diferente en el sentido de las prioridades. Lo que para muchos es una prioridad para mí no lo es tanto. Busco disfrutar más tiempo con la familia, con los hijos, con amigos. Esto, por ejemplo, de convivir en el marco de estos juegos con gente que nos conocemos ahora y hace de cuenta que nos conocemos de toda la vida. Gracias a Dios me tocó este aprendizaje y está bueno poder entenderlos. Uno tiene que tener sus responsabilidades de trabajo, pero sin dejar de pensar en lo que pasó y en lo extra que nos regalaron”.
Agregó además que “en estos juegos invité a mi madre, que fue quien es referente del CUCAIBA en Pellegrini, que siempre está trabajando con los chicos en las escuelas, y a otra mujer que la acompaña, Marta, que donó los órganos de su hijo hace 20 años atrás, cuando esto era totalmente diferente a hoy. Las dos caras de la moneda del trasplante de órganos están acá, acompañándonos. Hay cuestiones muy emotivas en cada momento, en la inauguración de los juegos, en el momento de las premiaciones. Más de cuatrocientos atletas están compitiendo. Y lo de la competencia es en el momento de competir, el resto es una gran familia. Hay gente de todo el país y de otros países de América Latina”.