Este próximo lunes se cumplen 20 años de que el Voluntariado inició su actividad. Silenciosa, permanente, siempre presente; acompañando con mucha convicción y seguridad en los momentos de pérdida de la salud de las personas, que son internadas en el Hospital Municipal de Coronel Suárez. Sus guardapolvos color rosa ya son característicos. Hoy toda la comunidad las reconoce, cuando luego de golpear despaciosamente la puerta de cada habitación ingresan, saludan a todos y con una amplia sonrisa, en actitud dispuesta al servicio, preguntan ¿necesitan algo?
La Nueva Radio Suárez entrevistó a Teresa De La Fuente, quien está hace 20 años en el Voluntariado: “iniciamos con Betty Hernando esta actividad, quien falleció hace unos pocos años, y con Laura Palacio. En realidad las que impulsaron la actividad fueron Susana Rígoli y Dorita Segui. Ellas estaban en Cáritas y consideraban que en el Hospital debía haber alguien que acompañara un poco a la gente que ellos ayudaban”.
La actividad comenzó yendo cada tarde a visitar a las personas internadas y Teresa recuerda que “los inicios fueron difíciles para nosotros. Éramos todas muy nuevas. En esos tiempos estaba como Director el Dr. De Lucas, quien consideraba también que tenía que haber gente dentro del Hospital que acompañara a los que estaban solos. Hay mucha gente que no tiene nadie, que no tiene familia, amigos, que no tiene a nadie en su vejez. Después pedimos ayuda al Voluntariado de Bahía Blanca, que concurrió a capacitarnos. Recién a los dos años de funcionar formamos la Comisión Directiva. Hoy somos un grupo de alrededor de 20 personas, estamos muy bien organizadas en horarios y actividades para cada una”.
En estos 20 años de labor el Voluntariado del Hospital Municipal ha desempeñado una labor admirable. No solo en el acompañamiento a las personas enfermas y sus familiares, en diferentes horarios a lo largo del día, sino también han extendido su acción teniendo a disposición productos de higiene personal y han mejorado los diferentes ambientes del Hospital comprando ventiladores, haciendo cortinados nuevos, comprando colchones anti escaras y renovando los cubrecamas, entre otras cosas en las que destinan los fondos que recaudan a través de los te a beneficio y otras actividades que van desplegando.
Teresa dice que “recibimos mucho más que lo que brindamos. Cuando entregamos afecto, acompañamiento y comprensión en el medio del dolor, nos brinda mucho cariño toda la gente. Y eso no tiene precio. La gente nos cuenta sus historias, habla con nosotros sobre lo que siente y lo que le pasa. Nos vamos cada día repletas del afecto que la gente nos entrega”.