El miércoles por la mañana, cuando los 12 empleados –algunos con muchos años de antigüedad, 11 en la empresa y los más nuevos con 3 años de trabajar para el mismo empleador- se presentaron al taller textil que está en calle Mitre, y cuyo titular es Rodrigo Suzik, se encontraron con que las puertas del mismo estaban cerradas.
Cuando se acercaron a la Delegación local del Ministerio de Trabajo certificaron que momentos antes el titular de la firma había dejado indicado en el organismo laboral que estaban todos despedidos.
Consultado el Delegado Regional, Dr. Rodolfo Frers, admitió la existencia del conflicto e historió los sucesos previos de los que el organismo que dirige tenía conocimiento.
“Hace dos o tres semanas se había hecho un reclamo por parte del gremio en cuanto a falta de pagos que venían atrasados. Se concretó una audiencia el miércoles pasado, en la cual anticiparon que si no había una solución podían comenzar medidas de fuerza. Me comunican el viernes que iniciaban medidas de fuerza, para lo cual se citó para audiencia en forma urgente para hoy (por ayer) a las 9 de la mañana. Nuestra intención era mediar y tratar de solucionar el tema. Una media hora antes del horario de audiencia se recibe un escrito, una presentación que formaliza el empleador, en la que comunica que habían sido despedidos todos los empleados y que se producía el cierre de la fábrica”.
En consecuencia el Dr. Frers señala que sobre la hora de la audiencia, “tomó conocimiento el gremio y los empleados - no habían recibido aún los telegramas de despido – de esta novedad. Decidieron esperar los telegramas y después decidirían las medidas a tomar”.
Reiteró que “la comunicación que estaban despedidos la tomaron por intermedio del Ministerio, con la presentación que el empleador puso de manifiesto. Aparentemente el viernes se hicieron los telegramas, pero para las primeras horas del miércoles el Correo todavía no los había repartido”.
Desazón, enojos e incertidumbre se mezclaron entre los empleados que estaban reclamando el pago del aguinaldo correspondiente a diciembre, que no les habían abonado, y una suma fija remunerativa, acordada en paritarias, que también les adeudaban, y que el miércoles por la mañana se encontraron con su fuente de trabajo con las puertas cerradas.