En la noche del sábado el Teatro Municipal de Huanguelén lucia sus mejores galas, con grandes preparativos de sonido, iluminación y efectos especiales, creando el clima apropiado para la estelar presentación de Alex Freidig.
Una platea colmada de espectadores, muchos jóvenes ansiosos por aplaudir y disfrutar de cada uno de los temas incluidos en su CD “En mi alma”, desde “Juan Labrador”, “Sueños de amor”, “Eterna libertad”, “Espejo de mar” o “Milagro del tiempo”, entre otros temas que son demostrativos del crecimiento y formación que el joven artista de Huanguelén ha sabido lograr en los últimos años.
Construye casi una gran personalidad sobre el escenario, sostenido por su guitarra, los músicos, el clima popular que tuvo el espectáculo y el encanto demostrado no solamente en el momento de cantar con una técnica que también registra un gran crecimiento, sino que la personalidad simple y afectuosa acompaña cada una de sus actuaciones.
Alex no se cansa de decir, “agradezco a mi familia por estar siempre en todo momento, a Huanguelén, al público, a la zona de influencia que ya comenzó a conocerme, a mi amigo y músico Ruper y a Dios por sobre todas las cosas”, como señala en el reverso de su disco, resaltando la colaboración de Jorge Schmitz.
El joven artista le puso una pila inmensa durante todo el desarrollo del concierto, estaba motivado, combinaba perfectamente con sus músicos, batería, bajo, guitarra y teclado, y todo el grupo secundo al vocalista de una manera casi desbordante, producto de toda la energía que surgía desde el escenario con lucimiento personal para cada uno, apreciándose seguramente largas hora de ensayos y preparación del show.
Fue una noche hermosísima, donde Alex Freidig se llevó todo el cariño de su gente y dejó para Huanguelén una jornada memorable con un recital a la altura de los grandes eventos artísticos contando además con la participación especial como grupo soporte, invitados especiales del concierto al Grupo Añoranzas, 4 artistas de Huanguelen con 7 años de conformación actual quienes cuentan con un repertorio compuesto de temas del folklore tradicional que también resultaron aplaudidos y reconocidos por el público.
Ya conocemos las condiciones artísticas de Freidig, su constante evolución y matices, pero la perfección que pudo apreciarse el sábado por la noche en el Teatro Municipal, fue notable y altamente valorada por los espectadores, por lo cual, no alcanzan los calificativos para editar una crónica que pueda revelar cada detalle del espectáculo, por que el sentimiento y la pasión que se puso en cada detalle y la manera de llevar adelante el recital creó un clima y conexión con los asistentes verdaderamente temperamental y artísticamente bien sólido, producto del crecimiento y capacidad creativa del artista y su entorno que estuvo a la altura del acontecimiento mas las condiciones naturales para la interpretación musical.