En el marco de la sexta audiencia del juicio, declaró un vecino del edificio de Colegiales en el que vivía Ángeles Rawson que aseguró que el único imputado de la causa, el encargado Jorge Mangeri, intentaba seducir mujeres en el lugar.
El abogado Osvaldo Carlos Sidoni (47), quien hace 20 años vive en el departamento de la planta baja B e integra el Consejo de Administración del edificio, indicó que había comentarios sobre "intentos de seducción, levante y conquista" del imputado hacia personas que trabajaban en el edificio.
Consultado por el querellante Pablo Lanusse, Sidoni dijo que "no hubo quejas formales pero sí informales" sobre algunos comentarios que Mangeri les hacia a las mujeres. Identificó entre sus destinatarias a una empleada doméstica y a otra de una inmobiliaria, quien dijo que Mangeri le habría ofrecido dinero para ir con él al sótano. "Hubo otros hechos anteriores", agregó.
Además, el testigo relató a los jueces que recibió cuatro llamadas de Diana Saettone, la esposa de Mangeri, y de un amigo de éste entre el viernes 14 de junio y el sábado 15 de junio de 2013. En los primeros hablaron sobre el paradero del encargado y los dos restantes conversaron sobre un posible abogado que lo represente.
En la jornada declaró, además, Dominga Torres, la mucama de la familia. "Ese día no entró absolutamente nadie", dijo ante el Tribunal Oral en lo Criminal 9 porteño, a cargo del juicio que se le sigue al portero Jorge Mangeri por el homicidio de la joven. Sostuvo, además que el hermanastro de la adolescente, "nunca salió" y que ese día no lo vio a al portero en la entrada del edificio.
A partir de sus dichos, la Justicia dio por acreditado en la instrucción que a las 9:50 –como quedó grabada en una cámara de seguridad de la cuadra–, Ángeles llegó al edificio en el que vivía pero nunca entró a su departamento, donde la mucama estaba trabajando. De esta manera, se dio por sentado que Mangeri interceptó a Ángeles en el hall central y con un engaño la llevó hasta algún otro sitio del edificio donde intentó violarla y la asesinó.
Dominga declaró acerca de sus actividades en la casa de Ángeles, donde dijo que trabajaba tres veces por semana de 9 a 15 y que le pagaban 35 pesos por hora, más los viáticos. Sostuvo que ese día llegó a las 8:45 a Ravignani 2360 y se fue a las 12:45 para ir a trabajar a otra casa de familia en Belgrano.
En esas cuatro horas, realizó tareas en la cocina y recordó que Axel, el hijo de Sergio Opatowski, estaba en su habitación porque no había ido al colegio ya que estaba enfermo. La mujer les contó a los jueces Fernando Ramírez, Ana Dieta de Herrero y Jorge Gettas que los lunes Ángeles solía regresar de gimnasia entre las 9 y las 9.30, cosa que no hizo ese día.
Además, afirmó que habitualmente la adolescente "se daba un baño, desayunaba, preparaba la comida de sus gatitos y se preparaba para ir al colegio". Respecto a Mangeri, la mujer dijo que habitualmente lo veía cuando llegaba a trabajar, pero que ese lunes no lo vio y que la puerta de calle del edificio estaba cerrada.
Torres dijo también que tenía una "relación distante con Mangeri" y que no tenía "ningún concepto de él". Además, explicó que si bien desde el departamento de la planta baja A de Ángeles se solían escuchar los ruidos del hall de entrada, aquella mañana no escuchó "absolutamente nada".
De igual forma, reveló que cerca de las 22 de ese lunes 10 de junio recibió un llamado de la mamá de Ángeles, María Elena "Jimena" Arduriz, para preguntarle si sabía algo de Ángeles. "A la noche me llamaron para contarme esta desgracia. Me llamó Jimena para ver si sabía algo de 'Mumi' y le dije que (a la mañana) no había llegado. El martes me llamaron para contarme lo sucedido", declaró.
Fuente: Infobae.