Los relojes marcaban las 17.30 horas cuando la procesión comenzó a marchar desde frente al templo del Pueblo Santa Maria contando con la numerosa presencia de fieles, jinetes, estandartes y alegorías mientras se interpretaban alabanzas en acción de gracias por los beneficios recibidos en los últimos 50 años.
En cuanto a la procesión todos los esfuerzos estuvieron orientados para organizarla de manera tal que fuera lo más parecida posible a la primera, la original de hace 50 años atrás que significó una significativa movilización de fieles.
Es por eso que acompañaron a la carroza gran cantidad de fieles donde podía apreciarse que había sido ornamentada por “Goyo” Streitenberger, los pastorcitos, las familias y los agricultores con maquinarias agrícolas tanto antiguas como actuales conformando una postal emocionante que se extendía a lo largo de toda la Avenida de acceso al Pueblo Santa Maria hasta llegar a la gruta.
Para la multitud que se acercó con gran recogimiento se había preparado para entregar a cada familia una bolsa que en su interior contenía una espiga, un rosario, una estampita alegórica a los 50 años y un prendedor de la Virgen de Fátima.
La llegada de la procesión fue recibida con pañuelos en alto, aplausos y un fervor que realmente contagiaba y era demostrativo de toda la devoción que genera la Virgen de Fátima en los fieles y la profunda entrega de la población religiosa de Santa Maria y la zona que se concentro en todo el predio que como siempre presentaba condiciones optimas de mantenimiento en toda la amplia parquización, la gruta en si misma con grandes recuerdos espirituales y hacia el fondo sobresalía mas destacado que nunca la enorme leyenda identificatoria del Pueblo Santa Maria. |