Con escasa concurrencia de vecinos los autoconvocados por la ruta 67 volvieron a bloquear el normal tránsito en esta arteria provincial. Fue el martes desde las 20 horas, y por una hora.
De la primera convocatoria pública, a la que asistieron unos 400 vecinos, solo han pasado 20 días y desde entonces el número de manifestantes se ha reducido considerablemente, siendo la protesta del martes pasado la menos numerosa (unos 30 vecinos, a los que luego se les sumaron los automovilistas que padecieron el corte) y sería bueno evaluar el por qué.
Una de las respuestas más factibles, y a juzgar por el alto tránsito que durante las protestas registra la ruta, es la figura de “Corte total de ruta”. En virtud de ello el próximo domingo a las 20 horas la asamblea decidirá los pasos a seguir.
Un dato curioso es que el martes, en principio, ni si quiera estaban los patrulleros de la Policía Comunal, los que se hicieron presentes una vez efectuado el corte, siendo que la convocatoria fue para las 19.30 y el corte real se produjo a las 20 horas.
Si se hubiese cortado a la hora programada la Policía hubiese llegado para el levantamiento del corte.
Otro de los datos anecdóticos lo marcaron los automovilistas que vieron cercenado su derecho a libre tránsito quienes esquivaron los cortes de ambas manos, avanzando por sendas banquinas.
A esta altura el corte parece más un capricho que un reclamo.
Si se hubiese contabilizado la cantidad de personas que viajaban en los vehículos que desviaron por la Escuela Nº 13 segura y sorprendentemente serían más que los vecinos que se manifestaban.
También resonó en las calles de la ciudad la intolerancia puesta de manifiesto por los autoconvocados en un comunicado reciente en el que señalaron que “no nos hacemos responsables de que la gente que no puede esperar una hora de corte programado transite vías alternativas, poniendo en peligro su vida”, marcando una clara ruptura entre el ciudadano de a pié, también usuario de la ruta, y los autoconvocados.
Como reza la canción “si quiero un cielo nuevo empiezo yo primero y elevo una alabanza para la humanidad. Para cambiar el mundo empiezo por mí…”