La respuesta fue de manual. Cualquiera podría haberla previsto. "Golpe de Estado", "desestabilización", "desgaste". El kirchnerismo reflotó sus habituales argumentos para criticar el pedido de imputación a la presidente Cristina Kirchner por encubrimiento a Irán en la causa AMIA.
Como es habitual, el diputado bonaerense por el kirchnerismo Fernando "Chino" Navarro fue el primero en dar la cara. "Si se imputa a Cristina Kirchner en el marco de una denuncia de nula sustancia jurídica, es obvio que se busca desestabilizar a la democracia", sostuvo a través de su cuenta de Twitter. "Queda claro que no se busca la verdad ni la justicia", insistió.
La primera declaración de una figura de peso recién se conoció a media tarde. También vía redes sociales, el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, se manifestó en la misma línea que Navarro. "Han retomado una causa insólita, sin sustento de racionalidad jurídica, sólo para atacar un proyecto que cambió para mejor el país", sostuvo. "No están actuando a favor de nadie sino en contra de la Presidenta. Se les nota el odio y la impotencia de no poder ganar jugando limpio. Justo antes de un fin de semana largo. Crean confusión, buscan impacto", agregó.
La jefa del bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados, Juliana di Tullio, reaccionó en un comunicado. "Es un golpe de Estado en proceso desde un sector del Poder Judicial", opinó, fiel a la retórica kirchnerista. En la misma nota moderó sus palabras y habló de "intento de desestabilización".
Incluso dio un paso más y vinculó el pedido de imputación a la jefa de Estado al dictamen de un fiscal para que Jorge Capitanich, Juan Manzur y Alicia Kirchner sean investigados por la muerte de un niño qom por desnutrición crónica. "Se les fue la mano, se les nota mucho y la gente se da cuenta. En un solo día le dan curso a una denuncia sin fundamentos, que debería haber sido desestimada, y pocas horas después otro fiscal hace una imputación descabellada contra el jefe de Gabinete de Ministros, el ministro de Salud y la ministra de Desarrollo Social", interpretó.
En la misma línea, el diputado Edgardo Depetri denunció que "se trata de un nuevo intento de golpe judicial y mediático". "Lo que no pudieron con los votos ni alentando la crisis social con paros, piquetes, devaluación y especulación cambiaria y de precios, ahora lo intentan a través de la Justicia, aprovechando una denuncia totalmente falsa", aseguró.
El ministro de Defensa, Agustín Rossi, también cuestionó la decisión del fiscal Pollicita. "Siempre la derecha utilizó la difamación como estrategia de desgaste a los gobiernos populares. Lo hicieron con (Hipólito) Yrigoyen, (Juan Domingo) Perón, (Arturo) Frondizi, (Arturo) Illia, (Raúl) Alfonsín y Néstor (Kirchner). Hoy lo hacen con nuestra Presidenta", advirtió. Y se preguntó y respondió a sí mismo: "¿Es casual que una medida procesal de jerarquía menor genere semejante impacto mediático a escasos días del 18F? Aseguro que no".
Al igual que sus compañeros, Rossi consideró que "la denuncia de (Alberto) Nisman no tiene sustento" y recordó que "todos los juristas de prestigio dijeron en estas semanas que detrás de la denuncia no hay una configuración de delito, por lo que debería haber sido desestimada".
Fuente: Infobae.